Esta semana se estremeció la República Dominicana y mayormente el mundo de los intelectuales jurídicos, como consecuencia de un voto disidente emitido en una sentencia del Tribunal Superior Electoral (TSE por el magistrado Ramón Arístides Madera Arias, quien responsabilizó al presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, de la crisis post primarias que vive el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Antes que todo, para poder ver la trascendencia del asunto, hay que definir que es un voto disidente, que consiste, en una decisión argumentativa diferente a la mayoría de un tribunal, que casi siempre concuerda con la decisión final, pero no basada en los argumentos dados por los demás magistrados, sino en otros puntos de vista doctrinales e interpretativos, que desde la perspectiva del juez que da el voto disidente, fue el que debió tomarse en cuenta para la decisión final y desea que eso se haga constar en la sentencia como lo establece la Ley.
Las críticas fueron emitidas en el voto disidente en contra de la decisión de la mayoría del pleno del TSE que rechazó la demanda de referimiento de extrema urgencia, interpuesta por Leonel Fernández Reyna y que buscaba evitar que la JCE proclame un candidato presidencial del PLD hasta tanto no haga una auditoría técnica forense a los equipos del voto automatizado.
El argumento del voto disidente estableció, «El descuido, irresponsabilidad, la terquedad, la falta de prudencia o de sensatez, la falta de cumplimiento de la ley y la poca transparencia en las actuaciones del presidente de la Junta Central Electoral, fue la causa generadora de una turbación manifiestamente ilícita en el certamen electoral interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)».
A estas argumentaciones fácticas de disidencia le salió al frente Francisco Álvarez (Pancho), coordinador de la Comisión de Análisis Político de Participación Ciudadana, quien expresó en su cuenta de Twitter que el magistrado «vuelve a comportarse como parte del conflicto y no como árbitro, al rellenar de epítetos insultantes al presidente de JCE«.
Para analizar la situación hay que empezar necesariamente por los argumentos planteados por abogado Francisco Álvarez (Pancho), coordinador de la Comisión de Análisis Político de Participación Ciudadana y establecer que tanto el, cómo Participación Ciudadana han realizado un trabajo excelente en el país, pero no significa que siempre tengan la razón, ya que en esta ocasión, están equivocados, pues los argumentos utilizados contra el Dr. Julio César Castaños Guzmán, presidente de la Junta Central Electoral (JCE), se han quedado cortos para la forma irresponsable como el denominado ¨gran líder o julio el terrible¨ actuó en perjuicio del PLD y de la paz pública de la nación.
Ramón Arístides Madera Arias en su voto disidente también dio a conocer al país la noticia de que el Dr. Julio César Castaños Guzmán, presidente de la Junta Central Electoral (JCE) supuestamente le envió por Whatsapp a dos de los magistrados del Tribunal Superior Electoral, la resolución firmada por el pleno del órgano electoral, que daba ganador a Gonzalo Castillo en las primarias del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), mientras los jueces del TSE conocían la sentencia depositada por el ex presidente Leonel Fernández, hechos que según el voto disidente se realizó con el objeto de incidir en la decisión final del tribunal, situación que de ser cierta, vas más allá de una violación ética, a la conformación de una verdadera asociación de malhechores, creada con anterioridad y con el propósito de cometer crímenes electrónicos, judiciales y Legales, contra las personas y contra la sociedad.
Se dijo que esos hechos acontecieron aproximadamente como a las 2:00 de la madrugada del viernes 11 de octubre, mientras los jueces se encontraban deliberando, Castaños Guzmán de forma inusual y sorprendente les envió la resolución a dos magistrados, de manera extra oficial y sospechosa.
El Procurador General de la República, debe abrir una investigación y para el caso de que eso sea cierto, solicitar orden de arresto y apresar con carácter de urgencia al Dr. Julio César Castaños Guzmán, para conocerle medida de coerción privativa de libertad y el PRM y los demás partidos políticos independientes, deben desde ya. iniciar las exigencias para sustituir esos miembros titulares de la JCE, pues como dice la vieja canción religiosa ¨hoy me tocan las ajenas, mañana serán las mías, padre mío no me olvide al pies de este calvario¨.
En definitiva, de ser verdaderas las premisas emitidas en ese voto disidente, serviría para sacar a la luz pública la podredumbre de la miseria humana más honda y desconsolada, que por fama, dinero y poder, es capaz de cualquier cosa, inclusive de traicionar la patria y clavarle el cuchillo hasta las entraña del pueblo y después ¨que se joda todo el mundo¨, pues como se dice de manera muy común en los regímenes autoritarios y sin respeto a la Ley, el poder es para usarlo, al costo que sea y sin medir las consecuencias inmediatas y futuras.
Respuestaprcesal.com.do, entiende que las tantas acusaciones que recaen sobre la Junta Central Electoral (JCE) y el Dr. Julio César Castaños Guzmán, hay que prestarle atención e iniciar una investigación minuciosa y urgente, para verificar la certeza de las mismas, pues se dice popularmente en unos de los refranes más conocidos ¨cuando el rio suena es porque aguas trae¨ y ese rio de la Junta Central Electoral (JCE) y el Dr. Julio César Castaños Guzmán, ha sonado tanto, que la gente común de la calle, sabe que más que aguas, eso esta arrastrando piedras, porque el sonido es muy estrepitoso y se puede llevar de paro la paz y la tranquilidad de la nación, lo que sería muy lamentable, luego de haber alcanzado en este mismo gobierno, tanto éxito nacionales e internacionales mostrables y comprobables.