EDITORIAL
Las cárceles de la República Dominicana, están llenas de presos preventivos, más que el desorden que existía antes de la entrada en vigencia de la Ley 76-02, que instituyó el Código Procesal Penal y derogó el código de Procedimiento Criminal.
El populismo penal, sustituyó el debido proceso Constitucional y legal, hecho que ha provocado que en el anfiteatro de cada proceso penal, se aposten interesados políticos y sociales, a veces vestidos de independientes, pero con un nivel de interés, hipocresía y falsedad, que raya en la notoriedad de un Estado sin seguridad jurídica y donde los procesos son en otro modo verdaderos actos terroristas, sin garantía procesal de ningún tipo.
Ahora es muy común en cada proceso penal, escuchar las voces de los seguidores del Rey Nabucodonosor, pidiendo que arrojen a los babilonios Sadrac, Mesac y Abednego al fuego de las cárceles hacinadas dominicana, con la única acusación de que no se arrodillan ante sus dioses, o no les quieren rogar su perdón oficial.
No faltan esos mismos seguidores y actuantes del proceso penal, que al propio Rey Dario, les suplican que tire a Daniel al foso de los leones, también teniendo como única acusación que se levanta de madrugada a orar a otro Dios que no es Dios oficial de ellos.
En esos procesos, algunos justos y verdaderos, pero otros propios del circo Romano común e histórico, que han servido en el momento propicio para cobrar venganzas personales y deudas sentimentales del pasado, se escuchan muchísimas voces gritando y vociferando frente al emperador Poncio Pilato, que crucifiquen a Cristo, y en caso de que pilato haga lo contrario, entonces según ellos, se constituye en enemigo del pueblo llano, lo que provocaría que pudiera ser derrocado o destituido y hasta asesinado.
Lo cierto es, que las normas constitucionales y procesales que resguardan el debido proceso de Ley, en la República Dominicana no tienen ningún valor y están cesantes sin ninguna duda razonable, porque la falta de pericia de muchísimos jueces, ha permitido que el Ministerio Público actúe solo en el escenario, dejando desprovistos a los simples ciudadanos que esperan justicia pronta y oportuna.
Las figuras jurídicas que a veces son hasta principios generales de obligatorio cumplimiento para los tribunales, tales como, revisión de medida de coerción urgente, cese obligatorio de la prisión preventiva, variación por existencia de nuevos presupuestos, límite razonable de la prisión preventiva, fueron excluidas como si no existieran en la norma procesal penal, por muchísimos jueces, bajo un solo pretexto ¨que el ministerio público calificó los hechos como muy graves y serios y está en desacuerdo con la variación o el cese¨ , o sea en la mente y accionar de esos jueces que actúan así, solo se reconoce una sola parte, la acusadora o la querellante, porque la defensa es como si no existiera, muy por el contrario en este sistema judicial dominicano en la actualidad ser defensa, representa un peligro y pudiera conllevar hasta que se le aperturen procesos y los intenten involucrar en los hechos en los cuales ligan a sus clientes para que bajen la intencidad y eficacia de su defensa.
Respuestaprocesal.com.do, lamenta los crímenes que se vienen cometiendo desde el sector justicia, contra las normas constitucionales y procesales penales. Ve con preocupación la mora judicial en lo relativo a la tardanza para fijar las solicitudes de revisión y cese de la prisión preventiva, pero sobre todo la ligereza de la imposición de estas medidas o la forma sencilla cómo algunas cortes varían a prisión, solo por la petición de la supuestas víctimas que en muy pocos casos lo son.