La Policía identificó a los fallecidos como Elmi Abigail Rodríguez Almonte, de 26 años; Ariel Yacil Rodríguez, de 33 y Leidy Yohanni Tavarez Contreras, de 28.
El informe del primer caso, ocurrido en la calle Respaldo 35 abajo, en La Caña del sector de Cristo Rey, indica que la joven Rodríguez Almonte murió a consecuencia de heridas múltiples por arma blanca, ocasionadas por su concubino Yacil Rodríguez, quien luego de cometer el hecho fue encontrado colgando de un alambre eléctrico atado al cuello, en una casa en construcción ubicada en las inmediaciones.
Según declaró la señora Margarita Nicasio, abuela del homicida-suicida, la pareja había sostenido una fuerte discusión tras haber regresado de un motel. Fue entonces cuando en medio de la disputa, el occiso haló un cuchillo con el que le infirió varias estocadas mortales a su víctima.
Mientras que en otro caso ocurrido en la casa No.14 de la calle Principal del sector Villa Esperanza, del municipio de Higüey, provincia La Altagracia, el cadáver de la joven Tavárez Contreras fue encontrado en la única habitación de la casa, con herida por arma de fuego con entrada y salida en la cabeza, ocasionada por su pareja Miguel Frías Brito, luego de una discusión por motivos pasionales. Frías Brito, de 23 años, está detenido.
El prevenido cometió el hecho con la pistola marca Carandai, calibre 9 milímetros, serie G48474, la cual portaba de manera ilegal, ocupada con su cargador y cuatro cápsulas.
Yubelkis Tavarez Contreras, hermana de la víctima, declaró que su pariente se encontraba en su casa preparando la cena de Navidad, pero que su agresor se presentó en su residencia de manera sorpresiva.
Continúa narrando que su hermana se fue con él manteniendo una discusión y que minutos más tarde se escuchó un disparo. Cuando ella se dirigió a la casa encontró a su hermana muerta, mientras que Miguel, con la pistola en la cama, lloraba vociferando que se quería matar.
El detenido será sometido a la justicia a través del Ministerio Público, para conocerle medida de coerción, mientras que los cadáveres fueron enviados al Instituto Nacional de Patología Forenses, para los fines correspondientes.
