NUEVA YORK. Jaime Pacheco (James), un exproxeneta dominicano que cumple sentencia de cadena perpetua en una cárcel de Florida por matar a un hombre a golpes, confesó en una carta a las autoridades de Nueva York otro asesinato que cometió en 1992 en un edificio de Long Island City (Queens), contra Guillermo Figueroa, un caso que la Policía no había podido resolver.
Pacheco dice en la carta que confesó con la esperanza de pasar el resto de su reclusión en una cárcel de Nueva York. Actualmente está en este estado, pero puede ser devuelto a Florida.
El convicto, de 43 años, se enfrenta también ahora a cargos por el asesinato de Figueroa a quien, según su confesión, mató el 26 de agosto de 1992.
Figueroa recibió un disparo en la cabeza al estilo ejecución en el pasillo del quinto piso de un edificio en el proyecto habitacional “Queensbridge Houses”, en Long Island City.
Dos hombres fueron arrestados, pero nunca acusados por el crimen, según fuentes policiales.
El asesinato de Figueroa, uno de los 1995 que ocurrieron en 1992, quedó sin resolverse hasta finales del año pasado, cuando los detectives de Queens de “casos fríos” (cold cases o sin resolver) de la brigada de homicidios, recibieron la carta desde el Instituto Correccional, una cárcel situada en Apalache Sneads, Florida.
En la carta, Pacheco confesó haber matado a Figueroa durante un intento de robo. En ese momento, los dos hombres competían como proxenetas para controlar las prostitutas en la zona, admitió.
Pacheco dijo que confesó el asesinato para estar cerca de la familia en Nueva York.
El convicto también dijo que la vida en la prisión en Florida no “es todo lo bueno que parecía”.
“El dijo que estaba teniendo un momento horrible en Florida”, dijo una fuente policial. “Además, que quería tratar de volver a conectarse con su familia en Nueva York. Dijo que no sabía si su madre está viva o muerta”.
Los detectives de “casos fríos” trajeron a Pacheco a Nueva York, ya que encontraron pruebas que lo vinculan con el asesinato.
El viernes, Pacheco fue acusado de matar a Figueroa y detenido sin derecho a fianza.
Aunque está de vuelta en una cárcel de Nueva York, su tiempo aquí puede ser de corta duración, pues si se declara culpable de asesinato aquí, probablemente será enviado de nuevo a Florida para terminar su condena.
Fue condenado en Florida de golpear a un hombre hasta matarlo con una pistola 9 milímetros en la ciudad de Sanford.