SAN JUAN, Puerto Rico. Un policía de Puerto Rico baleó fatalmente el lunes a dos oficiales de alto rango y una mujer policía tras una discusión en la comisaría donde trabajaban, informaron las autoridades. Fue arrestado inmediatamente.
El agresor no identificado mantuvo como rehenes a una tenienta, un comandante y una agente policial en una oficina antes de matarlos, precisó la portavoz de la policía Mayra Ayala a The Associated Press.
Ayala dijo que las autoridades estaban a punto de iniciar negociaciones con el sospechoso cuando las víctimas fueron asesinadas. Dijo que la policía aún no tiene información sobre qué motivó el caso.
“No hay palabras para describir esta tragedia”, dijo a los periodistas el superintendente asociado Juan Rodríguez Dávila.
El gobernador Alejandro García Padilla dijo a la prensa que el sospechoso resultó herido en el tiroteo y estaba hospitalizado. Se negó a aclarar el tipo de heridas que recibió.
El tiroteo ocurrió en la comisaría de la ciudad costera de Ponce, en el sur de la isla y segundo municipio más grande de Puerto Rico. Las autoridades evacuaron la estación para investigar las amenazas de un supuesto artefacto explosivo en el auto del sospechoso. No se informó de inmediato si se halló algo.
La policía dijo en conferencia de prensa que el sospechoso había sido despojado de su arma hace dos años, pero se la devolvieron luego de una evaluación psicológica. Las autoridades se negaron a dar más detalles por tratarse de una investigación apenas en sus comienzos.
“Ponce está de luto”, dijo la mayor María Meléndez en un comunicado. “Que Dios dé a los familiares de los oficiales de policía involucrados la fuerza, fortaleza y serenidad para asimilar esta noticia”.
Ayala dijo que el sospechoso, agente de la división antidrogas, había sido arrestado. Agentes en el lugar dijeron a la prensa que entre las víctimas se contaban la teniente Luz Soto Segarra y el comandante Frank Román, ambos de 49 años. El esposo de Soto también es teniente de policía, dijo el vicepresidente del sindicato de policía José Cruz Martínez.
Soto y Román, amigos de mucho tiempo, tenían más de 20 años en la policía, dijo Martínez.
“Eran personas excelentes”, dijo Martínez en entrevista telefónica. “Siempre apoyaban a sus colegas”.
La fuerza policial puertorriqueña es la segunda más grande de una jurisdicción estadounidense.