El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que evaluará a los jueces de inmigración de acuerdo a cuántos casos sentencian y qué tan rápido desarrollan cada caso. Jueces y abogados critican esta posible medida y la califican de potencial amenaza para la imparcialidad de los tribunales y quizás genere más deportaciones.
La ley de Estados Unidos otorga al secretario de Justicia amplio y sustancial poder para supervisar y anular los tribunales de inmigración, a diferencia del sistema de justicia civil y criminal, independiente del gobierno. En los tribunales de inmigración, los jueces son empleados del Departamento de Justicia.
Jeff Sessions, el actual secretario de Justicia, ha venido probando los límites de esa autoridad de múltiples maneras. En un memorándum de la semana pasada, el director de los tribunales de inmigración informó a los jueces que ahora serían evaluados en un conjunto de métricas que incluyen la velocidad y el volumen de casos escuchados.