MADRID. El Parlamento catalán volvió a rechazar hoy la investidura del nacionalista Artur Mas como presidente del Gobierno regional, con lo que se mantiene un periodo de interinidad en pleno debate sobre el desafío independentista de Cataluña.
En la segunda votación de investidura Más, que preside el ejecutivo desde 2010, solo obtuvo los 62 votos de su formación, Junts pel Sí (Juntos por el Sí), frente a 73 en contra.
El presidente en funciones no consiguió el apoyo de la CUP (radicales de izquierda), a pesar de que este grupo sí aprobó el pasado lunes una resolución para iniciar el proceso independentista de esta región del noreste de España, presentada por Junts pel Sí en el Parlamento regional.
Artur Mas ofreció a este grupo que, a cambio del apoyo a su investidura, estaría dispuesto a someterse en diez meses a una cuestión de confianza ante el Parlamento, en la que los 135 diputados podrían acabar obligando a investir a otro presidente.
Además, les propuso un gobierno presidido por él pero “con todas sus funciones compartidas” con tres personas de su lista, que se repartirían las áreas de: economía y empleo; asuntos exteriores, institucionales y de la transparencia; y estado del bienestar.
El presidente en funciones apeló a evitar que se instale entre los partidos independentistas el mismo “inmovilismo” que ha provocado que “se pudra” la relación con el Estado.
Sin embargo, los diez diputados de la CUP (Candidatura de Unidad Popular) volvieron votar en contra, aunque su portavoz valoró el último “movimiento” de Mas y aseguró que ve cerca un acuerdo.
“Creemos en la lealtad en las negociaciones, en la palabra dada, y en el volver a negociar”, dijo.
Hasta ahora, este grupo ha insistido en su rechazo a Artur Mas por su vinculación a casos de corrupción en Convergencia (su partido) y por la escasa política social que llevó su ejecutivo en una época de crisis económica.
El resto de grupos de la oposición: Socialistas, Ciudadanos (liberal centristas), el PP (centroderecha) y Catalunya Sí que es Pot (izquierda), que suman 63 escaños de la Cámara, criticaron al presidente su oferta a la CUP y su intención de conservar el gobierno a toda costa.
Es la primera vez desde el restablecimiento de la autonomía en Cataluña en 1979 que el candidato a la Presidencia no logra ser investido ni en primera ni en segunda votación.
Con este segundo rechazo, se abre un plazo de dos meses para celebrar más debates de investidura con otros posibles candidatos y si no se consigue la elección de un presidente antes del 10 de enero, se tendrían que convocar de nuevo elecciones regionales que sería en marzo.
La CUP, grupo con posibilidad de apoyar la investidura del nueve presidente catalán, ha convocado una asamblea para el próximo 29 de noviembre que podría desencallar la elección de un nuevo presidente catalán.
La prolongación del periodo de interinidad en el ejecutivo catalán se produce a menos de mes y medio de las elecciones generales españolas convocadas para el 20 de diciembre.
La situación política de Cataluña, con un programa de independencia sobre la mesa que plantea la instauración de “una república catalana” en el plazo de 18 meses, se perfila como un tema fundamental en el debate político español.
La votación en el Parlamento catalán se ha producido un día después de que el Tribunal Constitucional de España suspendiera con carácter provisional e inmediato la resolución independentista aprobada el lunes pasado por el Parlamento catalán, por lo que su contenido carece de validez.
Además, el alto tribunal advierte a 21 cargos catalanes, entre ellos, al jefe del Ejecutivo, Artur Mas, a la presidenta del Parlamento regional, Carme Forcadell, así como a los miembros de Mesa de la Cámara y a los del Gobierno, que incurrirán en responsabilidades penales si no acatan su decisión.
Sin embargo, Artur Mas, en su intervención de hoy minimizó la decisión del Constitucional y acusó al Gobierno de Mariano Rajoy de “abusar” de este órgano para “hacer política” contra el proceso que ha iniciado Cataluña.
Hoy mismo, el rey Felipe VI proclamó que “la Constitución prevalecerá. Que nadie lo dude”, durante un discurso en un acto organizado por la Marca España.
El monarca recordó que el pueblo español “no está dispuesto a que se ponga en cuestión su unidad, que es la base de su convivencia en paz y libertad”.