NACIONES UNIDAS. Reducir la tensión en la península de Corea es uno de los temas más serios que enfrenta el mundo porque el impacto del uso de armas nucleares por parte de Corea del Norte podría ser mucho mayor que las víctimas de la guerra en Siria y otros conflictos, dijo el secretario general de Naciones Unidas.
Ban Ki-moon dijo en una entrevista con The Associated Press el viernes que durante sus 10 años al frente del ente, y antes como ministro surcoreano de Exteriores, intentó con “todos mis esfuerzos (…) hablar con los norcoreanos de cualquier modo que pude para promover la paz y la seguridad y la reconciliación entre el Sur y el Norte”.
“Pero lamento decirle que esto no se ha materializado por muchas situaciones diferentes, causadas principalmente por acciones provocadoras de los norcoreanos”, señaló Ban.
Ahora, agregó, “estamos llegando a esta situación de casi confrontación” tras el quinto ensayo nuclear de Pyongyang realizado el viernes y el lanzamiento de más de 20 misiles balísticos.
“Simplemente, no entiendo porque continúan con esto”, dijo antes a reporteros. “Por supuesto, como ciudadano coreano y como secretario general, estoy profundamente, profundamente preocupado y triste por la continuidad de esta situación”.
Ban dijo a la AP que la respuesta debería ser que Corea del Norte cambie su actitud, dé marcha atrás, trabaje con la comunidad internacional por la llamada desnuclearización de la península de Corea, y respete las reglas y principios reconocidos globalmente.
Pero conseguir que el joven líder norcoreano, Kim Jong Un, haga eso, es un problema “porque es conocido por ser una persona impredecible en su comportamiento”, agregó.
Ban se mostró esperanzado porque cuando termine su segundo mandato al frente de la ONU, el próximo 31 de diciembre, su sucesor tenga tanto interés y esté tan comprometido como él con la resolución de este conflicto.
“Reducir la tensión en la península de Corea es uno de los problemas más graves en el mundo”, apuntó.
La comunidad internacional solo habla de conflictos como el de Siria y Sudán del Sur, donde hay víctimas mortales, dijo.
Pero si algo impredecible sucede con Corea del Norte, “el impacto será mucho, mucho más grande que esos conflictos en Siria y en otros lugares porque ahora estamos hablando de armas nucleares y misiles balísticos (…) Esto es un problema ahora”.
El secretario general señaló además que el cambio en el gobierno de Estados Unidos tras las elecciones de noviembre podría cambiar también la forma en que el nuevo inquilino de la Casa Blanca aborda el tema coreano. Pero agregó que los otros participantes en las conversaciones a seis bandas sobre la desnuclearización, que Pyongyang abandonó en 2009, — China, Rusia, Japón y Corea del Sur — seguirán siendo los mismos.
Ban dijo además que ha invertido mucho tiempo y energía en la reunificación de Chipre, el único otro país dividido además de la península coreana.
Las conversaciones entre líderes griegos y turcochipriotas, mediadas por la ONU, “avanzan sin problemas y bien”, señaló Ban, apuntando que espera que el acuerdo de reunificación de la isla mediterránea pueda llegar antes del final de su mandato.
En el conflicto en Colombia, que parece llegar a su fin tras seis décadas, la ONU está lista para colaborar con la aplicación del acuerdo de alto el fuego.
“Ahora, viendo como esas largas crisis en Colombia y Chipre se acercan a una resolución, siento mucha pena y lamento que algo así no ocurra con mi país — sino que la situación es cada vez más difícil”, declaró Ban.
Hablando con cierta frustración, dijo que en lo relativo a la península de Corea, el secretario general no tiene mandatado ni del Consejo de Seguridad ni de la Asamblea General, y que no ha podido nombrar un enviado especial o asesor especial para asuntos coreanos. ¿Por qué no?
“En primer lugar, Corea del Norte no quería, y el Consejo de Seguridad está más o menos dividido en los asuntos coreados”, dijo Ban explicando por qué el órgano no ha logrado siquiera acordar un comunicado tras algunos lanzamientos de misiles.
El secretario general fue preguntado por si la creciente oposición internacional contra los ensayos norcoreanos, que mejoran su capacidad para crear arma nucleares, podría generar ahora suficientes apoyos en la Asamblea General, de 193 países y donde no hay vetos, para hacer algo al respecto.
“Eso es algo que mi sucesor podría intentar considerar”, respondió Ban.
Corea del Norte canceló varias visitas programadas del secretario general en el último minuto, y dadas las circunstancias actuales, Ban no ve otra oportunidad antes del final de su mandato.
“Lamento no haber podido contribuir tanto como esperaba al principio de mi mandato como secretario general”, apuntó Ban. “Pero como ciudadano particular, si hay una oportunidad, no escatimaré esfuerzos”.