SANTO DOMINGO. El confeso asesino de su expareja y los tres hijos de esta en el sector Enriquillo del kilómetro ocho de la carretera Sánchez, mató a sus víctimas una a una a una, violó sexualmente a las niñas después de muertas y durmió con los cadáveres.
De acuerdo con lo explicado por el director general de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrin Bautista, Víctor Alexander Portorreal, de 30 años de edad, ultimó Reyna Isabel Encarnación Morales, de la misma edad y a sus hijas, Daniela Bodden Encarnación, de 10, y Ángela Bodden Encarnación, la mañana del pasado domingo y a Rahamín Bodden Encarnación en la mañana del lunes.
Al ofrecer los detalles del hecho, el director policial dijo que Víctor, luego de asesinar a Reyna Isabel en la habitación de ambos, envió a Daniela al colmado a comprarle cigarros, mientras Ángela dormía en la otra habitación y Rahamín jugaba en la parte delantera del primer nivel de la vivienda en que residían.
Relata que aprovechando la ausencia de ambos niños, Víctor ahorcó a Ángela con una corbata y cuando Daniela regreso la mató de la misma forma.
Acto seguido violó a las niñas y salió con Rahamín durante todo el día, regresó con este en la noche y amanecieron en la casa. La investigación ha establecido que en la mañana del lunes, Víctor ultimó a Rahamín.
Mientras era conducido hasta la Dirección de Investigaciones de Homicidios del Palacio de la Policía Nacional, Alexander Portorreal, se limitó a atribuir la comisión de los hechos que se le imputan “a la situación económica”, sin ofrecer detalles al respecto, a pesar de la insistencia de los periodistas que lo cuestionaban. El hombre, que vestía completamente de negro, con un atuendo que lucía sucio y aspecto descuidado, se mantuvo cabizbajo y, en apariencia, confundido.
La Policía informó que el apresamiento de Alexander Portorreal se produjo en la mañana de ayer en el barrio 30 de Mayo, del Distrito Nacional. Además, fueron detenidas cuatro personas con las que tuvo contacto luego de los asesinatos.
Gabriela y Georgina Bodden, tía y prima de los niños asesinados respectivamente, pidieron a las autoridades aplicar todo el peso de la ley sobre Alexander Portorreal, a quien definen como “un demonio que se maquillaba los ojos, usaba ropa rara y se pintaba las uñas de negro” y en quien dicen no confiaban.
En tanto que el padre de los tres menores asesinados, Daniel Bodden, dice que no confía en la justicia, porque le negó la custodia de sus hijos cuando él y Reyna se separaron, a pesar de que alegadamente demostró que ella no podía tenerlos.
Daniel Bodden pidió que el homicida de sus hijos sea absuelto para que pague de una forma que no estableció, las muertes que se le atribuyen.
“Alguien me dice que si yo no pongo una querella a él lo sueltan, y yo me siento feliz y contento de que lo suelten”, expresa Bodden, quien es portero en una escuela del sector Villa Juana, donde reside.
Lamenta que Ángela, quien hasta hace menos de un mes vivía con una prima suya, le fuera entregada a Reyna para que los tres hermanos estuvieran juntos.
“Nos engañó a todos. Era 100% con los niños y con ella”, expresó Brígida González, madre de Reyna y abuela de los niños, tras explicar que nunca vio discutir a la pareja. “Nunca tuvieron problemas, era un hogar tranquilo, bien de verdad todo. No sé qué fue lo que le dio”, dijo .
Reveló que el miércoles al ver que no se podía comunicar por vía telefónica con su hija, decidió llamar a la pareja de esta, quien de forma muy natural y tranquila le dijo que tanto ella como sus niños estaban en la casa y se encontraban bien, por lo que decidió no ir a la casa, como había pensado.
Reyna Isabel Encarnación se había separado del padre de los infantes desde principios del año 2015, y ella había asumido el cuidado de esos menores.
Sin embargo, desde marzo de ese mismo año, Encarnación puso una demanda de pensión alimentaria contra el padre de los tres niños, el señor Daniel Bodden Merejo (Popolo), demanda que ganó en el Juzgado de Paz de la Segunda Circunscripción del Distrito Nacional.
No obstante, varios documentos judiciales dan cuenta de que Bodden nunca cumplió con la manutención de sus hijos, que consistía en RD$3000 mensuales. Luego de haber acumulado más de 13 meses de incumplimiento, Encarnación volvió a los tribunales y Bodden Merejo fue condenado a pagar RD$39,000 y 2 años de prisión correccional por incumplimiento de manutención por paternidad.
Como último recurso a favor de Reyna Isabel Encarnación, en fecha 4 de enero del presente año, el Juzgado de Paz de la Segunda Circunscripción del Distrito Nacional, a través de la Procuraduría General de la República, emitió una orden de arresto en contra de Bodden Merejo.
De acuerdo con los documentos judiciales, hasta enero del año pasado, el monto por incumplimiento que adeudaba Bodden ascendía a RD$63,000.
Los cuerpos de Reyna Isabel Encarnación Morales y de sus hijos Daniela, Ángela y Rahamín Bodden Encarnación fueron sepultados la tarde de ayer en el cementerio de la avenida Máximo Góme