Asesinan en prisión al “rey” de las cárceles de Guatemala y a 12 personas más

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GUATEMALA. El capitán guatemalteco Byron Lima, conocido como “el rey de las cárceles” y que estaba en prisión por el asesinato en 1998 del obispo Juan Gerardi, fue asesinado hoy en el penal donde estaba recluido junto a otras 12 personas, una de ellas una mujer de nacionalidad argentina.

El ministro de Gobernación (Interior), Francisco Rivas, reconoció a la prensa que la riña entre dos grupos rivales inició con el lanzamiento de una granada en contra de Lima por el control de la cárcel Granja Penal Pavón, ubicada en el municipio capitalino de Fraijanes.

Una de las primeras hipótesis que se baraja es que el atentado fue ordenado por el narcotraficante Marvin Montiel Marín, alias “El Taquero”, quien cumple una pena de 820 años de prisión por la matanza de 16 turistas, 15 de origen nicaragüense y un holandés.

De los 13 fallecidos y a la espera de que se realicen las autopsias, cuatro fueron decapitados, uno calcinado y tres murieron por heridas de bala, y al menos otras diez personas que no fueron identificadas resultaron heridas por este ataque, en el que se vieron implicados unos 25 reclusos que serán trasladados a otros centros penitenciarios en los próximos días.

Este lunes, al menos 125 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas se encontraban en el interior de la cárcel visitando a sus familiares, aunque todas fueron evacuadas, gracias a un operativo en el que participaron un millar de agentes, entre policías, guardias y militares.

El Sistema Penitenciario de Guatemala sufre desde hace años un grave problema de hacinamiento.

El pasado mes de junio, el Gobierno de Guatemala anunció la construcción a lo largo de 2016 de dos nuevos centros carcelarios con capacidad para 1.000 personas.

El ministro de Gobernación volvió a recordar este lunes este problema y aseguró que la reforma del sistema es “impostergable”, pues apenas hay capacidad para 6.000 reclusos y son ya más de 20.000 los que ocupan las 22 cárceles del país.

“Ya no podemos continuar con esta situación. Todas las semanas hay un problema en el sistema penitenciario”, enfatizó el funcionario, y agregó: “El sistema penitenciario está abandonado, está colapsado”.

Lima era uno de los presos más poderosos del país. Fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato de Gerardi, al igual que su padre, el coronel retirado del Ejército Byron Lima Estrada y el sacerdote Mario Orantes, quienes ya recuperaron su libertad, y también el especialista Obdulio Villanueva, quien fue asesinado en 2003 durante un motín en la cárcel.

El obispo Gerardi fue asesinado el 26 de abril de 1998, dos días después de presentar el informe interdiocesano “Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi). Guatemala: Nunca Más”, en el que se documentan más de 54.000 violaciones de los derechos humanos durante el conflicto armado interno (1960-1996), el 90 por ciento atribuidas al Ejército de Guatemala.

El capitán, desde que ingresó en prisión en 2001, fue tejiendo una red a nivel militar, político y económico, tanto que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) lo acusó en 2014 de manipular los traslados de reos a 100.000 dólares por maniobra, un caso que provocó la detención de varias personas, entre ellas del director de presidios en aquel entonces Édgar Camargo.

Entre otras cosas, también destacó como empresario para confeccionar con mano de obra de reos camisetas para el Partido Patriota -del expresidente Otto Pérez Molina-; actualizar su cuenta en la red social Facebook pese a la prohibición del uso del teléfono en la prisión y participar como autoridad en las actividades del Sistema Penitenciario (SP).