LISBOA. El consumo de alcohol y tabaco entre los estudiantes europeos de 15 y 16 años continúa disminuyendo pero los menores de edad pueden acceder fácilmente a estas sustancias a pesar de las restricciones legales, alertó hoy el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT).
Ésta es una de las conclusiones del último informe publicado por el organismo, con sede en Lisboa, en el que se analizan referencias de consumo de drogas y comportamientos adictivos de adolescentes de 35 países de Europa, con datos de 2015.
“Puede observarse una tendencia general a la baja en el uso de alcohol y tabaco entre los adolescentes. Sin embargo, pese a la estricta normativa sobre el tabaco en la mayoría de los países y sobre el alcohol en algunos, los adolescentes todavía tienen un acceso relativamente fácil” a estas sustancias, señala el OEDT.
En concreto, el 61 % de los encuestados declaró que podía conseguir cigarrillos sin problemas y el 78 % aseguró tener fácil acceso al alcohol.
Estos porcentajes son significativamente mayores en España, donde el 78 % de los adolescentes cree que es sencillo conseguir tabaco -sólo por detrás de la República Checa y Austria- y el 92 % puede acceder sin dificultades a bebidas alcohólicas, por detrás de Dinamarca y a la par que República Checa.
España también está entre los primeros puestos en el fácil acceso al cannabis (45 %, frente a la media europea del 30 %), pero no en el éxtasis, donde se sitúa bajo la media del continente (10 % frente al 12 %).
A pesar de ello, el consumo de alcohol y de tabaco entre los adolescentes europeos continuó la tendencia a la baja registrada en la última década.
El 22 % de los encuestados fumó cigarrillos en los últimos 30 días y el 13 % admite consumir tabaco a diario, en ambos casos el dato más bajo desde que se comenzó a elaborar este informe, en 1995.
En cuanto al alcohol, el 47 % consumió alguna bebida alcohólica en el último mes y el 81 % ha bebido alcohol al menos una vez en su vida, también las cifras más bajas desde 1995.
Aunque tradicionalmente el consumo de estas sustancias era mayor en los chicos que en las chicas, la brecha de género es cada vez menor, según el Observatorio.
El OEDT alerta además de que el cannabis sigue siendo una droga “establecida”, ya que a pesar de que su consumo ha disminuido desde 2003, cuando alcanzó sus valores máximos, continúa por encima de los valores de 1995.
Mientras que ese año sólo el 4 % de los adolescentes europeos aseguraba haber consumido cannabis en el último mes, en 2015 este porcentaje se situó en el 7 %.