El Procurador General de la República, Lic. Jean Alain Rodríguez, recibió para investigar en su joven gestión, uno de los escandalo considerado como de los más grandes, la confesión por parte de la compañía Odebrecht, de una compra masiva de conciencia y soborno a un grupo de funcionarios y ex funcionarios de los gobiernos del PLD y del PRD, años 2000-2017, que no son los únicos sobornos, ni tampoco el único escándalo, pues ya casi explotaran otros que son peores que el deOdebrecht.
El nombre Odebrecht, aduce a su propietario y fundador, de origen brasileño, Norberto Odebrecht, quien desde el año 1944, cuando se fundó la compañía, hasta la fecha, demostró que tiene un poder que intenta parecerse al de Dios, pues es casi omnipotente e inmanente, es decir, tiene todos los poderes y está en todo lugar y a diferencia de Dios, cuyos atributos son utilizados para el bien, el de Odebrecht se utilizó para el mal.
La Procuraduría General interrogó al representante de Odebrecht en la República Dominicana, quien confesó, según la Procuraduría, que entregó 92 millones de dólares para actos corruptos, reñido con la ley penal, la ética, el derecho civil y el constitucional de la República Dominicana, pero también interrogó a Ángel Rondón, quien recibió los 92 millones de dólares, lo confesó, pero dijo que eran de honorarios de gestión.
Cuando la población esperaba cárcel, cadena, grillete y ahorca pública, entonces el Procurador General de la República anunció que no habría persecución penal, y este anuncio provocó casi un ataque cardiaco entre las personas que confiaban en el Procurador y entre los ciudadanos que cifraron sus esperanzas en la juventud e idoneidad del Procurador Jean Alain Rodríguez.
Ya fue celebrada una marcha, denominada contra la corrupción e impunidad, dirigida por los descontentos no partidistas y la presencia de los ciudadanos fue masiva y eso, como dicen en el refrán popular “mete miedo”, ahora existe un silencio sepulcral en la población, quien esperaba algunos presos y no tuvo la oportunidad de verlo, por lo que en cualquier momento, puede ocurrir un estallido social de consecuencias impredecibles e indetenible, de lo cual debemos pedir a Dios en oración que lo detenga, porque marcha como los caballos apocalípticos y no tendrá culminación pacífica.
Respuestaprocesal.com.do, entiende que la República Dominicana tiene mucho que perder y lamenta que se haga un acuerdo que implique la no persecución penal, porque ese acuerdo simboliza y representa un acto subversivo al orden constitucional y legal y pide por esa razón al Procurador General de la República, que se acuerde de su misión y de las familias dominicanas, pues cuando el Rio suena, es porque aguas furiosas muchas veces trae y sus corrientes y poder indetenible, arrastran funciones, sistemas, gobierno, y remueven los cimientos de un Estado cualquiera.