MARSELLA. Pascal Fauret, el segundo de los pilotos franceses condenados a 20 años en la República Dominicana por tráfico de drogas y que escaparon en octubre, se encuentra detenido en una cárcel ubicada en Marsella.
Fauret fue enviado a prisión la madrugada de este jueves, donde se reunirá con su compañero, también detenido, Bruno Ordos según informó el medio francés France TV info. Fauret fue sometido a un intenso interrogatorio que inició el miércoles.
Benedict Gradey, esposa de Fauret, se quejó de la decisión de la justicia francesa, y consideró la decisión provisional como “desproporcionada e inhumana”.
Aunque el interrogatorio de los dos hombres por la justicia francesa no está directamente relacionado a priori con el caso en República Dominicana, ambos son sospechosos de estar implicados en un tráfico de droga transatlántico, que la prensa francesa ha bautizado “Air Cocaína”.
La investigación de la justicia francesa fue abierta a principios de 2013 en Marsella a raíz de informaciones sobre el “comportamiento sospechoso” de pasajeros de un Falcon 50 que aterrizó un mes antes en Saint-Tropez, el célebre balneario de la Costa Azul.
La justicia sospecha que los pilotos y dos otros franceses, Nicolas Pisapia y Alain Castany, también condenados en la República Dominicana y que siguen en ese país, trajeron cocaína a Francia oculta en decenas de maletas cargadas en ese jet privado. Varios vuelos de ese avión, fletado por una firma de alquiler, SN-THS, son sospechosos para la justicia francesa.
Bruno Odos y Pascal Fauret “no abrieron las maletas” transportadas en el avión del que eran pilotos, alegó su abogado, Jean Reinhart. También en la República Dominicana ambos aseguraron que no sabían qué había en las maletas de sus pasajeros.
De regreso a Francia “no esperaban (…) tal odio de la justicia, que parece considerarlos bandidos”, declaró el abogado.
Las autoridades dominicanas emitieron una orden de detención internacional contra ellos. Pero Francia, que asegura que no tuvo ninguna intervención en la fuga, no extradita a sus ciudadanos.
Además del aspecto diplomático en la relación con Santo Domingo, el caso ha adquirido en Francia un sesgo político, dado que el nombre del expresidente Nicolas Sarkozy apareció en él de manera incidental, porque tres vuelos de la misma compañía fueron fletados por cuenta de él.
Con la vista puesta ya en la elección presidencial de 2017, Sarkozy, jefe del principal partido de la oposición de derecha, protestó por el hecho de que los jueces ordenaran investigarlo sobre esa base, llegando incluso a pedir la geolocalización de su teléfono en 2013.
El expresidente responsabiliza al gobierno socialista, el cual asegura que no fue informado de esa investigación.