SAN JUAN, Puerto Rico. La comunidad dominicana pidió una investigación exhaustiva en el seno de la Policía puertorriqueña para acabar con la corrupción dentro de esas fuerzas de seguridad, algunos de cuyos miembros, según denuncian, se aprovechan de la situación de los inmigrantes de ese país.
El presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, José Rodríguez, dijo a Efe que la corrupción en el Departamento de la Policía de Puerto Rico es todavía alta, a pesar de una reforma de las fuerzas de seguridad en marcha con un coste millonario que en su opinión no ha servido hasta ahora para nada.
Rodríguez subrayó que en las últimas fechas la corrupción policial y los abusos contra ciudadanos afectan tanto a dominicanos como a puertorriqueños, que recurren al Comité Dominicano de los Derechos Humanos para que les ayuden en sus denuncias contra los que consideran abusos policiales.
La denuncia de Rodríguez llega después de que las autoridades federales estadounidenses detuvieran a principios de semana a diez miembros de la Policía de Puerto Rico, entre ellos un teniente y un sargento, por cargos relacionados con corrupción, narcotráfico, robo, extorsión, soborno y violaciones de derechos civiles.
Los detenidos formaban parte de la División de Drogas de San Juan y supuestamente cometían los actos delictivos por toda la geografía de la isla caribeña.
Los policías presuntamente sobornaban a personas detenidas por diversos cargos, sospechosos de actos criminales y narcotraficantes pidiéndoles dinero a cambio de dejarlos en libertad.
Rodríguez dijo que tres de los detenidos el pasado martes estuvieron involucrados en la muerte de Jorge Ortiz Jordán, puertorriqueño, pero de cuyo caso se encarga el Comité Dominicano de los Derechos Humanos.
El sargento de la División de Drogas de San Juan, Ángel Hernández Nieves, y los agentes Xavier Jiménez Martínez y David Centeno Faría, son investigados en relación a la muerte de Ortiz Jordán, ocurrida el 25 de febrero de 2014 en la capital puertorriqueña.
La muerte sucedió después de que Ortiz Jordán saliera a la calle en medio de la noche al oír unos ruidos sospechosos, donde tuvo un encuentro con agentes de la Policía que le dispararon mortalmente, lo que los agentes justificaron como acto de legítima defensa.
Rodríguez indicó que la muerte de Ortiz Jordán se suma a la de otras personas de nacionalidad dominicana muertas, según dijo, a manos de miembros de las fuerzas del orden de la isla caribeña durante los últimos años.
Las detenciones de esta semana suponen el número más elevado por parte del FBI en Puerto Rico desde que en 2010 arrestó a 133 miembros de la isla caribeña.
Aquel operativo, denominado “Guard Shack”, llevó a que se emitieran 133 acusaciones, de los cuales 89 eran policías imputados por su relación en transacciones de narcotráfico, entre otros delitos.
La de 2010 fue la mayor operación del FBI en su historia desde que se estableció en Puerto Rico en 1908.
Las denuncias de abusos por parte de diferentes colectivos llevó a la reforma de la Policía local, que se puso en marcha tras el acuerdo judicial alcanzado entre el Gobierno y la Justicia federal a raíz de un informe de 2011 de la Unión Americana de Libertades Civiles que denunciaba que entre 2005 y 2010 casi 2.000 agentes de la Policía local cometieron delitos de distinta índole.
El presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos adelantó que si en los próximos meses no hay un cambio sustancial en el patrón de la Policía de Puerto Rico, está dispuesto a llevar el asunto ante la Comisión Interamericano de los Derechos Humanos.
Rodríguez indicó que la corrupción policial no afecta a solamente agentes, sino que es un problema que tiene su raíz en altos mandos del cuerpo, algunos, dijo, cercanos al propio jefe de la Policía, José Caldero.