SANTO DOMINGO. “No podemos descuidarnos un solo momento de los infantes. Sabemos que dentro de su candidez genera un atrevimiento con situaciones que ponen en peligro su propia vida, y es por eso que siempre deben de tener la supervisión de un adulto. No hay ninguna razón para dejar a un niño a sus anchas por sí solo. Entonces exhortar a las madres, a los padres, tutores, a que presten la debida atención”.
Esta recomendación la hizo ayer el vocero de la Policía Nacional, general Máximo Báez Aybar, luego de informar que el niño Yeison Alexander Lorenzo Valdez, de siete años de edad, murió ahogado dentro de una cisterna de una casa en construcción, ubicada en la calle Altagracia del sector El Fundo, en el municipio Baní, provincia Peravia.
En rueda de prensa, el general indicó que los familiares del infante manifestaron que éste se encontraba desaparecido desde la noche del pasado viernes. El cadáver del menor fue hallado la mañana del día siguiente.
Otro caso que causa consternación es la muerte del niño Elpidio Polanco, de nueve años de edad, quien murió calcinado en su vivienda, ubicada en la calle Luz Celeste Lara, del sector Los Barranco, provincia Elías Piña.
Báez Aybar puntualizó que el padre del infante dijo que en el momento en que se originó el fuego se encontraba acostado en su habitación y su pequeño en otra, y que, a pesar de los esfuerzos que realizó, no pudo salvarle la vida.
El padre del menor también precisó que la causa del incendio, aparentemente, fue un problema con la energía eléctrica.
Por otro lado, el general manifestó que el niño Rafy Ramírez Peña García, de 14 años de edad, murió envenenado con una sustancia llamada “Nata”, mientras fumigaba una finca en Bonao, provincia Monseñor Nouel.
El menor residía en el sector Piedra Azul del municipio Yamasá, provincia Monte Plata.