WASHINGTON- Varios senadores demócratas han expresado esta semana su apoyo al pacto nuclear entre las potencias del G5+1 e Irán, lo que acerca al presidente de EEUU, Barack Obama, al objetivo de evitar que el Congreso de su país tumbe ese histórico acuerdo.
Los congresistas solo podrían anular la participación de Estados Unidos en el acuerdo si una mayoría de dos tercios en ambas cámaras vota en ese sentido, algo que invalidaría el veto que Obama ha prometido imponer a cualquier legislación contra el pacto.
El 17 de septiembre vence el plazo dado al Congreso para evaluar y votar el acuerdo con Irán.
Los republicanos, que controlan el Senado y la Cámara de Representantes, necesitan que un buen número de demócratas se unan a ellos para votar en contra del pacto y evitar el veto presidencial.
Por ello, y ante el goteo de apoyos demócratas de los últimos días, el discurso semanal de los republicanos emitido hoy se centró en rechazar el pacto.
“Si este acuerdo sigue adelante, Irán obtiene beneficios efectivos, un impulso a su posición internacional y un camino hacia las armas nucleares”, indicó el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Ed Royce, en su mensaje de hoy.
“Este acuerdo tiene profundos defectos. Hace que el mundo sea menos seguro. Podemos, y debemos, hacerlo mejor”, insistió el legislador en uno de los últimos intentos conservadores por parar lo que ya parece inevitable.
El respaldo del líder de la minoría demócrata en la Cámara Alta, Harry Reid, el pasado domingo, fue uno de los grandes pasos logrados por Obama, junto al de la senadora Patty Murray, quien forma parte del núcleo duro demócrata en el Senado, además de Dick Durbin y Chuck Schumer.
De los cuatro líderes, solo se ha opuesto al plan este último, único senador judío y previsible sustituto de Reid al frente de los demócratas en el Senado cuando acabe esta legislatura, un “no” demócrata al pacto que sólo ha sido emulado por Robert Menéndez, gran defensor del Gobierno israelí.