Los suplentes del Tribunal Superior Electoral (TSE) no han tenido la oportunidad de desempeñar su rol de relevo desde que fue creado este tribunal debido al poco interés de los jueces titulares de convocarlos, aun cuando se ausentan por viaje, vacaciones o enfermedad; de acuerdo al testimonio de varias fuentes consultadas por Diario Libre.
La negación de los jueces hacia sus suplentes habría generado conflictos a lo interno del TSE, cuando Román Jáquez abandonó la presidencia para irse a la Junta Central Electoral (JCE), y los demás titulares rechazaron que su puesto fuera ocupado por un “suplente”, de acuerdo al relato de Amauri Antonio Pimentel Fabián, aspirante a conformar el TSE.
Cuando salen del país para ser observadores electorales en otras naciones o cuando se ausentan por licencia médica, los magistrados deben convocar a sus suplentes para que participen de las audiencias, cosa que pocas veces hacen. Pimentel Fabián dijo haber hablado con un suplente que le aseguró haber asistido al TSE cuatro veces desde su designación en el año 2017.
Algunos jueces incluso celebran las audiencias de manera virtual cuando están en otras naciones.
Los suplentes no reciben un salario, pero se les paga una dieta cuando desempeñan alguna función, y el valor de un día de trabajo cuando les toca ocupar el asiento del juez titular al que están asignados.
Un grupo de suplentes del período 2011-2017, incluido Román Jáquez Liranzo, sometió un recurso ante la jurisdicción administrativa exigiendo beneficios por el hecho de estar disponibles permanentemente, pero la demanda fue rechazada basada en que los suplentes no tenían incompatibilidades para dedicarse a otras labores.
Durante el proceso electoral del año 2020, el TSE designó a tres suplentes como jueces de la instrucción y de atención permanente para conocer los sometimientos por delitos y crímenes electorales. Tras un período de siete meses, cesaron en sus funciones.