Un cuarto canadiense ha sido condenado a muerte en China en un caso de tráfico de droga, con el telón de fondo de las tensiones diplomáticas crecientes entre Ottawa y Pekín, anunció el viernes un tribunal.
Este canadiense, identificado en mandarín con el nombre de Ye Jianhui, fue juzgado por «tráfico y producción de droga», anunció el Tribunal de Foshan (sur).
Ye Jianhui y otros cinco acusados también han sido condenados, uno de ellos a pena de muerte.
Según el diario en inglés Global Times, las autoridades se incautaron de 217 kilos de MDMA (éxtasis) entre los seis acusados, juzgados por hechos ocurridos en 2015 y 2016.
El jueves, un tribunal de Cantón, la capital de Guangdong, anunció la condena a muerte de otro canadiense, Xu Weihong, por «producir» droga.
El ministro canadiense de Relaciones Exteriores, François-Philippe Champagne, se dijo «profundamente preocupado».
«Nos opondremos siempre a la pena de muerte», recordó Champagne en una entrevista a la cadena CBC. «Lo hemos dicho y repetido al gobierno chino y seguiremos haciéndolo».
Las relaciones entre Pekín y Ottawa son tensas desde la detención en diciembre de 2018 en Vancouver de Meng Wanzhou, la directora financiera del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, a pedido de Estados Unidos.
Acusada por Washington de complicidad de fraude por eludir las sanciones contra Irán, está en libertad vigilada en Canadá, desde donde puede ser extraditada a Estados Unidos.
En enero de 2019, un tribunal chino condenó al ciudadano canadiense Robert Lloyd Schellenberg, a la pena capital al término de un nuevo proceso exigido por la justicia, tras una condena a 15 años de cárcel en primera instancia por tráfico de drogas.
Schellenberg, que ya había sido condenado en Canadá por tráfico de drogas, alegaba que había ido a China de turismo.
En abril del mismo año, un tribunal chino condenó a muerte por el mismo motivo a un canadiense identificado con el nombre de Fan Wei.
Poco después de la detención de la directiva de Huawei, China detuvo en diciembre de 2018 a dos canadienses que siguen encarcelados. Se trata de un exdiplomático y un consultor acusados de «amenazar la seguridad nacional». Unas detenciones que muchos expertos consideran medidas de represalias.