Una mujer fue condenada a 20 años de prisión por planificar la muerte de un hombre, frente a una cabaña de la autopista de San Isidro, Santo Domingo Este, en octubre de 2017, mientras que hay otros cuatro hombres prófugos, entre ellos el autor intelectual quien se está fuera del país.
El tribunal de esa jurisdicción impuso la condena a Vanesa Reyes Cadete, por su complicidad en la muerte de Julio Aníbal Henríquez Ureña (Junior). Esta deberá cumplir la pena en la cárcel Najayo-Mujeres, en la provincia San Cristóbal.
El Ministerio Público presentó pruebas que demostraron la responsabilidad penal de Reyes Cadete, hallada culpable de violar los artículos 59, 60, 295, 297, 298 y 302 del Código Penal Dominicano, que castigan el asesinato.
Según el expediente instrumentado por la Fiscalía, la imputada se asoció con el nombrado Marlon Josuel Cruz Fernández (prófugo), que se encuentra en el extranjero, a quien le ofreció una compensación económica con el propósito de planificar y ejecutar la eliminación física de Henríquez Ureña, como repuesta a viejas rencillas.
Indica que Cruz Fernández, se comunicó vía telefónica y le dio instrucciones claras a la hoy condenada de lo que tenía que hacer al momento de encontrarse con Henríquez Ureña, es decir, encargarse de conquistarlo, convencerlo y prometerle encuentros apasionados.
Agrega el expediente que en fecha 28 de octubre de 2017, la encartada convenció Henríquez Ureña a un encuentro amoroso en una cabaña para ese mismo día en horario de 4 a 5 de la tarde y, de inmediato, se lo informó a Marlon y le pidió que llame a sus amigos, los nombrados “Cabeza”, “Los primos”, “La Flaca” y “El Rubio” (prófugos), para que se presentaran temprano al día siguiente, ya que la cita reciente había sido aplazada.
La acusación indica que el día 29, siendo aproximadamente las 11:00 de la noche, en momentos en que Henríquez Ureña se encontraba en el interior de su vehículo marca Honda, Civic, color negro, año 2010, estacionado en la Autopista de San Isidro, frente a una de las cabañas de la zona, se presentaron a bordo de dos motocicletas, la acusada acompañada de los amigos Marlon, quienes harían el trabajo de sicariato.