La Vega. El segundo Juzgado de la Instrucción de La Vega fijó para el próximo 30 de octubre el conocimiento de la solicitud de apertura a juicio en contra de un fraile de la Orden de San Agustín, quien es acusado de delitos de agresión sexual, física y psicológica en perjuicio de un menor de edad.
El tribunal fijó para las 9:00 de la mañana el conocimiento del juicio preliminar en contra del sacerdote Miguel Bienvenido Florenzán Ulloa, quien se encuentra en libertad, tras ser favorecido con el pago de una garantía económica, presentación periódica, impedimento y alejamiento.
En el escrito de acusación y solicitud de apertura a juicio de la fiscal de la Unidad de Atención a Víctimas, Fernan Josué Ramos pide al tribual que dicte auto de apertura a juicio en contra del imputado, para que allí responda por la acusación que se le imputa.
Igualmente, solicita al tribunal que se mantenga la medida de coerción dictada en contra del imputado, por entender que no han variado los presupuestos que dieron origen a la misma.
Conforme con la presentación de la acusación los hechos se habrían cometido en un centro escolar de la zona, durante excursiones escolares, visitas a diferentes lugares del país y durante un viaje al exterior.
En la instancia, se menciona que los hechos se iniciaron cuando el imputado Florezán Ulloa, ingresó como director del colegio Agustiniano en la ciudad de La Vega en el 2009 y desde el primero momento puso su atención en un menor de 11 años de edad, que cursaba el 6to grado de primaria en el mismo año que ingresó el imputado, valiéndose de su autoridad.
Al imputado se le acusa de violar los artículos 309, 330, 331, 333 y 355 del Código Penal Dominicano y los artículos 1, 12, 18 y 396 literales A, B y C del Código para la Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes (Ley No. 136-03).
Estos artículos sancionan la seducción para cometer delitos y agresiones sexuales, violación sexual, agresión física y psicológica por parte de una persona con relación de autoridad y deber de vigilancia hacia una persona menor de edad.