Bolívia: Un juzgado boliviano dictó ayer una nueva orden de encarcelamiento para Gabriela Zapata, la expareja del presidente Evo Morales, dentro de un caso de suplantación de un supuesto hijo que tuvieron ambos en 2007.
En una audiencia cautelar realizada en La Paz se determinó la detención preventiva de Zapata en el Centro de Orientación Femenina de Miraflores, la cárcel paceña en que la mujer ya se encuentra desde hace casi un año debido a otra investigación por supuestos delitos económicos.
La Fiscalía solicitó la nueva orden de reclusión por los delitos de «trata de personas, impedir o estorbar el ejercicio de funciones, engaño a personas incapaces y asociación delictiva», dijo a los medios el fiscal de Distrito de La Paz, Edwin Blanco,
La fiscal que lleva el caso, Susana Boyan, sostuvo que la imputación se basó en declaraciones, videos y fotografías que demuestran que Zapata fue artífice de la suplantación de un menor de edad que fue presentado como su supuesto hijo y del presidente Morales ante una jueza en abril de 2016.
Zapata presentó al menor de forma reservada durante el proceso que le inició el gobernante para forzarle a mostrar al supuesto hijo de ambos debido a que ella aseguraba que estaba vivo, mientras que Morales sostenía que había muerto poco después de nacer en 2007.
Según las investigaciones, la mujer recurrió a un niño de 5 años para el montaje, pese a que el supuesto hijo que tuvo con Morales tendría 9 años si es que estaba con vida.
Dentro del caso están detenidas preventivamente siete personas, incluidos los padres del menor, Isela Chávez y Víctor Vega, y dos mujeres cercanas a la exnovia del presidente.
En junio pasado, en una declaración reservada la mujer se retractó de su afirmación inicial de que el hijo que tuvo con el mandatario en 2007 estaba con vida y reveló que el niño murió el 2 de octubre de 2009, aunque no hay un certificado de defunción.
El caso, con tintes de telenovela, comenzó en febrero de 2016, cuando un periodista denunció un posible caso de tráfico de influencias, ya que Zapata, tras la relación con Morales, fue gerente en Bolivia de una empresa china que firmó millonarios contratos con el Estado.
El caso estalló poco antes del referendo del pasado 21 de febrero en el que los bolivianos rechazaron mayoritariamente una reforma constitucional para permitir una nueva candidatura de Morales en las elecciones de 2019.
El mandatario reconoció que mantuvo una relación con Zapata e inicialmente dijo que tuvieron un hijo que murió poco después de nacer, pero en octubre pasado señaló que el niño nunca existió.
Morales achacó al escándalo la derrota que sufrió en el referendo y argumentó que la población votó engañada, por lo que ahora sus seguidores analizan cuatro vías para habilitar su postulación en los comicios de 2019.