La ex presidenta enfrenta un severo revés legal a raíz de ser acusada de corrupción de obras públicas.
Cristina Fernández de Kirchner, la ex presidente de Argentina, ha sido acusada de corrupción en la concesión de proyectos de obras públicas, lo cual constituye el revés legal más significativo hasta la fecha para la asediada líder populista.
El juez Julián Ercolini allanó el camino el martes para iniciar procedimientos legales contra la Sra. Fernández, en lo que será el segundo de varios casos que se irá a juicio. Ella fue acusada en mayo debido a su presunta manipulación de la venta de futuros contratos de dólares por el banco central en los últimos meses de su presidencia.
El partido Peronista de la Sra. Fernández perdió las elecciones en contra de Mauricio Macri hace un año, el cual prometió luchar contra la corrupción durante su campaña. Desde entonces el movimiento político de la Sra. Fernández ha sido dañado por una serie de cargos que incluyen lavado de dinero, soborno y malversación.
Muchos argentinos esperan que estas movidas sean el comienzo de la limpieza de la vida pública en Argentina. El renovado afán de atacar la corrupción en América Latina ha provocado la caída de varias figuras políticas poderosas este años, incluyendo a Dilma Rousseff, la ex presidenta de Brasil.
En un reciente señal del endurecimiento de la soga legal al cuello de la Sra. Fernández, el juez Ercolini aprobó su juicio por su presunta asociación ilícita y fraude administrativo. El caso está conectado con proyectos de infraestructura otorgadas a una compañía perteneciente a Lázaro Báez, un asociado cercano que actualmente está encarcelado.
La Sra. Fernández se defendió a través de Twitter el martes, afirmando que los cargos de asociación ilícita han sido utilizados “por todas las dictaduras para perseguir a dirigentes opositores”. Ella caracterizó al juez Ercolini como un “portavoz” del ministro de justicia del Sr. Macri, acusándolo de esperar para investigar un caso que ha estado demorando hace más de ocho años.
“¿También va a acusar a 46 por ciento y 54 por ciento de la población que votó por nosotros en 2007 y 2010?”, preguntó la Sra. Fernández, quien se burló del Sr. Macri por haber tomado vacaciones al mismo tiempo que despidió a su ministro de finanzas, Alfonso Prat-Gay, el lunes. El presidente a nombrado a Nicolás Dujovne, un economista de línea dura como su sucesor.
Ella ha declarado repetidas veces que los alegatos en su contra están diseñados para arruinar su legado y desviar la atención de los problemas económicos de Argentina. Cerca de un tercio de la población vive en la pobreza.
La resolución del juez Ercolini también ordenó que se congelaran cerca de US$640 millones de los bienes de la Sra. Fernández y acusó a Julio de Vido, un ex ministro de planificación, y a José López, un ex secretario de obras públicas. El Sr. López fue encarcelado este año después de intentar esconder bolsas que contenían cerca de US$9 millones en efectivo en un monasterio.
Hay otros antiguos funcionarios bajo investigación en casos de corrupción, incluyendo Aníbal Fernández (no es familiar), el jefe de gabinete de la Sra. Fernández, quien ha sido acusado de ser el autor de una red de traficantes de efedrina y Amado Boudou, el vicepresidente.
Aunque algunos observadores señalan paralelismos con la situación en Brasil, donde todo tipo de políticos y líderes empresariales han enfrentado cargos, muchos temen que esto no sucederá en Argentina debido a que muchos jueces tienen motivaciones políticas y no son totalmente independientes.
Hasta el momento, muchos están decepcionados con los resultados de las promesas del Sr. Macri de realizar reformas judiciales. Sin embargo, los analistas argumentan que esto no sucederá hasta después de que se realicen las elecciones legislativas en el próximo año.
En este último revés legal para una de las líderes más carismáticas de América Latina, quien intentó imitar a Evita Perón, la heroína argentina, la Sra. Fernández será juzgada por haberle otorgado contratos de obras públicas al Sr. Báez. El empresario millonario ha estado bajo investigación desde 2013 por ser el testaferro de la Sra. Fernández y su predecesor y esposo difunto, Néstor Kirchner, en un elaborado esquema de lavado de dinero que involucraba hoteles de lujo en Patagonia, que según algunos informes de prensa están vacíos la mayor parte del tiempo.
Elisa Carrió, una figura importante en la coalición del Sr. Macri y una ferviente luchadora en contra de la corrupción, le aseguró al Financial Times este año que la Sra. Fernández “iba a terminar en la cárcel”, ya que estaba involucrada en “casi todas las demandas” conectadas al anterior gobierno.