Una Cartagena fuertemente custodiada está lista para la firma de la paz

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CARTAGENA. Sin mayores alteraciones en la rutina de sus habitantes y turistas, y custodiada por tierra, mar y aire, Cartagena de Indias se preparaba ayer para albergar hoy la firma del acuerdo de paz con las FARC, que pondrá punto final a 52 años del conflicto armado colombiano.

Por el centro histórico de esta ciudad meca del turismo y escenario de cumbres internacionales y de importantes eventos en el país, circulan centenares de periodistas, militares, policías y autoridades civiles que preparan la ceremonia del lunes, a la que asistirán unos 2.500 invitados, entre ellos 17 presidentes y el rey Juan Carlos, según los últimos datos oficiales.

El epicentro de las labores este domingo era la Plaza de Banderas del Centro de Convenciones Julio César Turbay, que servirá de marco para la ceremonia en la que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el líder máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko” o “Timoleón Jiménez”, firmarán el acuerdo.

Bajo un sol inclemente y custodiados por militares, un grupo de obreros daba los últimos toques a la tarima donde se desarrollará la ceremonia, que se iniciará este lunes hacia las 17.00 hora local (22.00 GMT), cuando el sol empiece a declinar sobre el Caribe colombiano.

Sin embargo, un aguacero torrencial que cayó sobre la ciudad a media tarde obligó a los obreros a suspender sus tareas por espacio de una hora.

En medio de las estructuras metálicas, el blanco era el predominante, mientras distintas edificaciones del centro histórico lucían vallas alusivas a la paz.

“Cartagena de Indias capital de los derechos humanos. Pedro Claver artífice de la paz. Firma de los acuerdos de paz. 26 de septiembre de 2016”, se leía en una valla instalada en la puerta de la Iglesia de San Pedro Claver, donde el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, oficiará mañana una ceremonia litúrgica.

El acto central de la firma reunirá también a gobernadores, alcaldes, congresistas, víctimas, defensores de derechos humanos, deportistas destacados, artistas, inversionistas y empresarios, según anticipó la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, organizadora de la ceremonia.

Con motivo de este acto, que pondrá fin al conflicto armado más antiguo del continente, las autoridades colombianas han dispuesto una gigantesca operación en la que participan 2.700 hombres, entre militares y policías, y que cuenta con el apoyo de la Cruz Roja, Defensa Civil y otros organismos.

Para la operación se han movilizado 13 navíos, un componente terrestre de la infantería de Marina y 29 aeronaves que participan en patrullajes permanentes.

“La ciudad está lista para terminar de recibir a los jefes de Estado, de Gobierno, los organismos internacionales, a las personalidades que han querido unirse a este gran evento de nuestra firma de los acuerdos de paz”, destacó hoy el ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas.

Pero mientras la sala de prensa instalada en el Museo Naval de Cartagena era incesante la entrada de reporteros, fotógrafos y camarógrafos nacionales y extranjeros, la pausa del domingo predominaba en las calles de la ciudad, algunas incluso solitarias.

“Mucha de la gente ha salido de la ciudad, aprovechando que mañana es día cívico (feriado) para estar lejos de esto”, comentó a Efe Jaime Fortich, un taxista resignado ante el cierre al paso de vehículos por el centro histórico, donde además se reforzó la presencia policial.

En las zonas hoteleras y turísticas de Cartagena se observaban de igual forma grupos de policías que se desplazaban en motos y otros que revisaban algunos vehículos en puestos instalados en las vías.

Cartagena se vio sacudida en las semanas previas a la ceremonia de paz por una ola de hechos violentos, entre ellos un tiroteo en la entrada de un edificio de apartamentos y el asalto a un restaurante, sucesos poco habituales en esta ciudad amurallada que se precia de ser una de las más tranquilas de Colombia.