ESTADOS UNIDOS. Un hombre admitió el martes haber matado a un niño de 11 años en 1989, un caso que conmocionó a los estadounidenses y alentó una ley para establecer un registro de agresores sexuales con información de los estados.
Danny Heinrich, de 53 años, admitió ante una corte de Minnesota haber secuestrado, abusado sexualmente y dado muerte a Jacob Wetterling, quien desapareció en octubre de 1989 cuando paseaba en bicicleta con su hermano y un amigo en ese estado de Estados Unidos.
El rostro sonriente del niño en miles de carteles se convirtió en el símbolo de su inocencia, de los fríos casos no resueltos y despertó la conciencia nacional sobre agresores sexuales.
Pese al intenso trabajo y a la atención que le dieron los medios, la investigación de Wetterling se vino abajo hasta el año pasado cuando un hombre fue arrestado por posesión de pornografía infantil. Se declaró inocentes de esos cargos y en octubre comenzará su juicio.
Heinrich narró ante la corte detalles de cómo transcurrieron las últimas horas de su víctima frente a los padres del menor, quienes siempre mantuvieron la esperanza de encontrar a su hijo vivo, dijo el diario local Minneapolis Star Tribune.
El hombre detalló que cuando raptó al menor le puso unas esposas y lo subió en su automóvil, después lo llevó a un hoyo de arena y abusó sexualmente de él. Narró que el menor lloraba y le pedía que lo dejara volver a casa, pero que él sintió pánico y lo mató con un revólver.
Los restos de un niño secuestrado en 1989 en Minnesota han sido hallados, dijo el sábado la madre del menor. Patty Wetterling dijo en un mensaje de texto a la emisora KARE-TV que los restos de su hijo Jacob “fueron hallados, y estamos sumamente acongojados”.