Nuevas acusaciones de sobornos contra el presidente interno de Brasil

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BRASILIA. El presidente interino de Brasil Michel Temer refutó el miércoles acusaciones que representaron el primer vínculo directo entre él y una extensa investigación de corrupción en la compañía petrolera estatal Petrobras, y negó haber pedido fondos de campaña para el candidato de su partido a la alcaldía de Sao Paulo como parte de una red de sobornos.

Sergio Machado, ex director de la subsidiaria petrolera estatal Transpetro, dijo en un acuerdo de declaración de culpabilidad con el que busca reducir cualquier posible sentencia en su contra, que Temer le pidió en 2012 que canalizara 400.000 dólares de fondos de la compañía al candidato de su partido a la alcaldía de Sao Paulo, Gabriel Chalita.

En ese momento, Temer era vicepresidente del país y una figura crucial en el Partido Movimiento Democrático Brasileño. Se convirtió en presidente interino el 12 de mayo después que la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida por presuntas violaciones a las leyes fiscales.

Machado dijo que los pagos fueron canalizados a través de donaciones legales de campaña realizadas por la compañía constructora Queiroz Galvao, pero que el dinero se obtuvo mediante sobornos en Petrobras.

Según testimonios de fiscales contenidos en el documento de declaración de culpabilidad, Temer quiso que Machado “pidiera fondos ilegales a compañías que hacían negocios con Transpetro, en la forma de donaciones oficiales a la campaña de Chalita”.

En un comunicado, Temer calificó las acusaciones de Machado como “completamente falsas”. La compañía de construcción y Chalita también han negado haber actuado ilegalmente.

Transpetro es una subsidiaria de Petrobras, empresa que está en el centro de una crisis política que llevó a un juicio político contra Rousseff. Machado dirigió la empresa estatal de 2003 a 2015.

El Tribunal Supremo Federal de Brasil levantó la tarde del martes la reserva del acuerdo de Machado con la fiscalía y fue dado a conocer el miércoles.

Machado acusó de corrupción a más de 20 políticos de varios partidos.

Entre otras cosas, él afirma que pagó casi 10 millones de dólares en dinero proveniente de sobornos al presidente del Senado, Renan Calheiros, en un período de 10 años.

Calheiros ha negado haber actuado contra la ley. Él preside la cámara alta que emitirá en los próximos meses el voto final sobre el juicio político a Rousseff.

No es la primera acusación de corrupción contra el presidente interino desde que tomó el cargo: Un ex senador convertido recientemente en testigo del Estado acusó a Temer de designar un cabildero para distribuir sobornos entre 1997 y 2001 en contratos sobre etanol a través de Petrobras. Temer ha refutado eso también.