WASHINGTON. Estados Unidos destacó ayer la importancia de que la Organización de Estados Americanos (OEA) abordara este miércoles la situación de Venezuela y recordó que sigue pendiente la sesión sobre la aplicación de la Carta Democrática pedida por el secretario general, Luis Almagro.
La declaración conciliadora aprobada por consenso, y que EE.UU. copatrocinó, “es solo una de las varias llamadas a la acción de la OEA sobre este tema, incluida la invocación de Almagro de la Carta Democrática y su pedido de una reunión para discutir la situación en algún momento entre el 10 y el 20 de junio”, dijo hoy a Efe Joseph Crook, un portavoz del Departamento de Estado para Latinoamérica.
“Es importante que esta discusión avance para encontrar una resolución pacífica al ‘impasse’ que afecta hoy a Venezuela, y esperamos continuar trabajando con otros Estados miembros y el liderazgo de la organización en este asunto urgente”, agregó.
La misión de Estados Unidos en la OEA, una de las pocas que ha denunciado repetidamente ante los micrófonos la situación en Venezuela, reconoció en la sesión del miércoles que el texto aprobado “no es perfecto”, a pesar de ser uno de los patrocinadores de esta iniciativa liderada por Argentina en la última semana.
En la reunión, solo Paraguay, que no respaldó el texto consensuado aunque no impidió el consenso, apoyó la aplicación de la Carta Democrática pedida por Almagro, un instrumento muy sensible que puede llevar a la suspensión de Venezuela del ente.
Crook afirmó hoy respecto a la iniciativa de Almagro, presentada el martes, que EE.UU. da “la bienvenida al informe del secretario general como un indicativo de la preocupación que la OEA y sus miembros tienen respecto al estado de la democracia en Venezuela”.
“La invocación del secretario general del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana abrirá una muy necesaria discusión sobre Venezuela en el Consejo Permanente de la OEA”, afirmó.
“Se corresponde con otros esfuerzos para promover el diálogo en Venezuela para abordar las dimensiones política, económica, social y humanitaria de la crisis que enfrenta Venezuela”, añadió.
Sobre la declaración aprobada por consenso este miércoles, consideró que “es importante que el Consejo Permanente se reuniera para discutir la situación de Venezuela”, al tiempo que destacó que “los Estados miembros tuvieron la oportunidad de expresar preocupación y ofrecer asistencia para la promoción del diálogo”.
“Es imperativo que los Estados miembros de la OEA trabajen colectivamente y demuestren el liderazgo necesario para abordar la erosión de las instituciones democráticas en Venezuela, y ratifiquen el compromiso de nuestra región para actuar en concierto en defensa de la democracia y los derechos humanos en las Américas cuando estos están en peligro. Este es, de hecho, uno de los papeles primordiales de la OEA”, añadió.
La declaración aprobada ayer, retocada mínimamente por Venezuela para defender su soberanía nacional y aceptada tras comprobar que tenía el apoyo de 21 de 34 países, apoya el diálogo nacional como solución a la “situación” del país suramericano (no habla en ningún momento de crisis) y respalda la iniciativa en marcha de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y tres expresidentes para promoverlo.
Además ofrece “algún curso de acción que coadyuve a la búsqueda de soluciones a su situación mediante un diálogo abierto e incluyente entre el Gobierno, otras autoridades constitucionales y todos los actores políticos y sociales de esa nación para preservar la paz y la seguridad en Venezuela con pleno respeto a su soberanía”.
Almagro invocó el martes el artículo 20 de la Carta Democrática para activar este proceso en la crisis venezolana al considerar, como reza ese artículo, que en el país suramericano hay “una alteración constitucional que afecta gravemente al orden democrático”.