EL CAIRO.- El Tribunal de Casación confirmó hoy la condena de tres años de prisión al expresidente egipcio Hosni Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Gamal, por apropiación de fondos públicos reservados para los palacios presidenciales, informó a Efe una fuente judicial.
El tribunal rechazó el último recurso posible presentado por el abogado de los condenados, Farid al Dib, que pidió la anulación de la condena, y de esta manera el fallo es definitivo e inapelable.
El pasado 12 de diciembre, la Fiscalía egipcia solicitó al Tribunal de Casación que rechazase el recurso presentado por Al Dib, que pidió que se les declarase inocentes a los tres condenados.
Alaa y Gamal obtuvieron su libertad en octubre pasado después de pasar más de tres años en prisión preventiva, debido a esta y otras causas judiciales.
El exmandatario y sus dos hijos fueron condenados a tres años de cárcel el 9 de mayo pasado por el Tribunal Penal de El Cairo, en la repetición del juicio por el desfalco de los palacios presidenciales.
También fueron condenados al pago de una multa conjunta de 125 millones de libras egipcias (unos diecisiete millones de dólares), la misma cantidad de la que se les acusa de haberse apropiado indebidamente.
Aunque el Tribunal de Casación confirmó la pena, los vástagos de Mubarak no irán a la cárcel, al haber pasado ya más de tres años entre rejas.
Sin embargo, tendrán antecedentes penales, por lo que en principio se les priva de derechos políticos y de la posibilidad de ser funcionarios públicos.
Mubarak, de 87 años, lleva ya detenido más de tres años, la mayor parte del tiempo bajo vigilancia en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Maadi, debido a su deteriorado estado de salud.
La Fiscalía acusó a Mubarak, en calidad de servidor público como presidente del país, y a sus dos hijos de apropiación indebida en los presupuestos generales de los palacios presidenciales, entre 2002 y 2011.
Se trata del segundo proceso judicial que se realiza de cara a esas acusaciones después de que el Tribunal de Casación anulara una condena anterior y ordenara la repetición del juicio, al considerar que en la vista no se respetaron los procedimientos legales oportunos.
Su abogado había pedido la repetición del juicio bajo el argumento de que el caso «fue inventado» bajo el Gobierno de los Hermanos Musulmanes (2012-2013) y consideró nulas las investigaciones oficiales.