Así lo informó el médico forense, Cándido Jiménez, quien agregó que las heridas de bala eran visibles.
En tanto que el vocero de la Policía Nacional, Máximo Báez Aybar, quien acudió al lugar donde ocurrió el hecho, dijo que Soto Trinidad y Rijo llevaban un proceso de manutención de su hijo de 2 años, donde él era el demandante y tenía la custodia del niño.
Contrario a lo señalado por testigos de la tragedia, Báez agregó que el feminicida, luego de cometer el hecho, fue perseguido por una patrulla que además le ocupó una pistola marca Carandaí, 9 milímetros. Aunque testigos del hecho habían asegurado que Soto Trinidad fue por perseguido por un civil que, luego, recibió la ayuda de una patrulla. El asesinato ocurrió frente a dos policías de servicio en el juzgado de paz del ensanche Ozama, a cuya actuación se refirió Báez Aybar.
El marino Soto Trinidad también hirió de dos balazos a Ingrid Berenice De la Cruz, una amiga que acompañaba a la víctima.
Al lugar han llegaron curiosos y parientes de las víctimas.
También se presentó la fiscal Olga Diná Llaverías, quien se rehusó a dar informaciones a la prensa.