Anuncian huelga en seis pueblos del Este

0
257

HATO MAYOR. Gremios choferiles y organizaciones comunitarias de unas seis poblaciones del Este del país se irán el lunes a un paro por 48 horas, para reclamar la terminación de carreteras, acueductos y escuelas.

Al paro también se sumarán los comerciantes y maestros de escuelas públicas, que ven como muchas obras prometidas e iniciadas no concluyen por falta de recursos.

En rueda de prensa realizada en Hato Mayor, el vocero de los gremios Wendy Mercedes, presidente del Sindicato de Transporte Hato Mayor (SITRAHAM), dijo que el paro será pacífico y que estará respaldado por más de 50 organizaciones, entre ellas juntas de vecinos, federaciones campesinas, clubes de madres, así como los gremios del transporte en Sabana de la Mar, Miches, El Seibo, El Valle, Hato Mayor del Rey y San Pedro de Macorís.

Entre las demandas que enarbolan las agrupaciones del transporte y comunitarias, están las carreteras que enlazan a esta ciudad con los municipios Sabana de la Mar, Hato Mayor, Vicentillo, San Pedro de Macorís, Hato Mayor, Yerba Buena, El Puerto-Bayaguana.

Además los transportistas reclamarán el asfaltado de las calles de Hato Mayor, acueducto en Miches, la ciudad universitaria, entre otras demandas prometidas e incumplidas por el presidente Danilo Medina.

Recordó que el ministro de Obras Públicas ha venido a dar dos veces el picazo para la construcción de las carreteras que enlazan a El Puerto con Hato Mayor y la que va a Sabana de la Mar, la cual está estado deplorable.

Asimismo denunció que la carretera que enlaza a Hato Mayor con San Pedro de Macorís está convertida en un solo guayo, por donde hay que caminar zigzagueando.

Wendy Mercedes, explicó que será una huelga por 48 horas de manera pacífica, advirtiendo que vendrán otras jornadas donde se sumarán otras organizaciones de la sociedad civil, que ven como el gobierno de Danilo casi concluye y no se han sido viabilizadas.

Hato Mayor viene sufriendo escasez de agua, pese a que el gobierno de Leonel Fernández construyó una nueva estructura, que nunca ha funcionado, obligando a los habitantes de Hato Mayor a comprar el preciado líquido a camiones cisternas.