MOSCÚ. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aceptó ayer coordinar las acciones militares rusas en Siria con Francia y la coalición antiterrorista liderada por Estados Unidos tras reunirse en el Kremlin con su colega francés, Francois Hollande.
“Hemos acordado que en breve nos coordinaremos tanto en el plano bilateral como en el de la coalición liderada por Estados Unidos, en general”, afirmó Putin en rueda de prensa conjunta en el Kremlin.
Putin explicó de qué se trata esa coordinación “en el campo de batalla”: “Determinar los territorios en los que se pueden lanzar ataques y aquellos en los que es mejor abstenerse de efectuar bombardeos”.
Es la primera vez que el jefe del Kremlin se muestra dispuesto a coordinar su campaña aérea con Occidente, a la que siempre ha acusado de utilizar al Estado Islámico (EI) como herramienta para derrocar al líder sirio Bachar al Asad.
Desde que planteara a finales de septiembre en la tribuna de la ONU la creación de una alianza internacional contra el yihadismo, Hollande es el primer mandatario occidental que viaja a Moscú y decide tender la mano al líder ruso.
Precisamente, Putin y Hollande vieron hoy su cooperación coyuntural como un espaldarazo “a la formación de una amplia coalición antiterrorista bajo la égida de la ONU”, ya que “el número de países que secundan esta iniciativa aumenta”.
“Los ataques contra el EI se intensificarán” de manera coordinada con Rusia “con el fin de aumentar la eficacia de esas acciones” militares, aseguró el mandatario galo, quien insistió en que el “enemigo común” de los países civilizados es el Estado Islámico.
Putin y Hollande fueron más allá ya que se pusieron de acuerdo en centrar sus ataques en las posiciones del EI, especialmente su fuente de financiación -yacimientos, refinerías y convoyes de petróleo- y en abstenerse de atacar a la oposición moderada contraria a Assad.