Jerusalén, 20 oct (EFE).- Alrededor de 3.000 palestinos han salido de Gaza hacia Egipto en los últimos días durante una excepcional apertura del paso de Rafah, que las autoridades de El Cairo mantendrán hasta el próximo sábado.
El cruce, cerrado prácticamente a cal y canto desde la llegada al poder del general Abdelfatah al Sisi en 2013, empezó a permitir el paso de personas el pasado sábado, aunque volvió a cerrar el martes y reabrió ayer, permitiendo la salida de unos 600 palestinos al día.
En este periodo también entraron a Gaza unas 900 personas.
«Hay más de 19.000 viajeros, la mayoría de ellos pacientes, estudiantes, hombres de negocios y palestinos con doble nacionalidad registrados en la lista de gente que necesita viajar», apunta un comunicado del ministerio de Interior de Hamás.
«Según el anuncio egipcio, Rafah será cerrado de nuevo el sábado. No sabemos cuándo volverán a reabrirlo, por lo que pedimos a Egipto que permita permanentemente el acceso», añade la nota.
El texto oficial del ministerio de Interior asegura que esta mañana miles de personas se agruparon en las puertas del cruce a la espera de tomar los autobuses hacia el lado egipcio.
Las fuerzas de seguridad de Hamás se desplegaron en los alrededores para garantizar la calma.
Egipto mantiene cerrado Rafah desde que Hamás tomó el control de la franja en 2007 y se canceló el mecanismo de la Unión Europea junto con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que lo operaba, si bien los presidentes egipcios seguían dejando pasar a gente con permisos especiales, pero desde Al Sisi, apenas permiten el paso.
La última vez que Egipto abrió el cruce fue el pasado mes de septiembre para permitir a los musulmanes de Gaza ir a la Meca.
La tensión entre Hamás y Egipto empeoró desde el golpe de Estado de Al Sisi y la deposición de presidente, Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, grupo al que está vinculado el movimiento islamista palestino.
El Cairo considera a Hamás y a su grupo armado las Brigadas de Al Kasam una organización terrorista, al igual que EE.UU.
El pasado 2015, el paso estuvo cerrado durante 344 días.
El cierre de Rafah deja a los dos millones de habitantes de Gaza en un encierro prácticamente total, pues, también desde 2007, Israel mantiene selladas sus fronteras y permite el cruce solo en circunstancias excepcionales y con permisos especiales.
Desde abril la posibilidad de movimiento de los gazatíes ha progresado debido al aumento de aperturas de Rafah, después de que las autoridades de Hamás prometieran a El Cairo garantizar la seguridad en la frontera. EFE