Distrito Nacional. Los partidos políticos reconocidos tendrán que someterse y ajustarse a sus estatutos internos, para poder llenar los requisitos imperiosos de la ley de partidos y del régimen electoral, porque de no cumplir con ellos será difícil evitar impugnaciones ante el Tribunal Superior Electoral, que está exigiendo reglas claras, transparentes y democracia interna, convirtiéndose en un tribunal político inquisidor y no en un componedor y armonizador.
Para finales de octubre de este año, el partido, llámese PLD, PRD, PRM, PRSC etc, que no convoque por medio de un diario de circulación nacional, el proceso de primarias, encuestas, asambleas o convenciones de delegados a sus militantes y dirigentes, tendrá una lluvia de impugnaciones ante el TSE, que irremediablemente recibirán el peso del art. 53 de la ley 15-19 y serán declaradas desiertas las presentaciones de sus candidaturas.
El caso del PLD es el más notorio. Tiene cerca de 15 años sin convocar congresos, asambleas ni convenciones, manteniendo en alto el autoritario imperio del Comité Político, sin democracia interna.
Los partidos que no han sacado el 1% de los votantes, que son 24, que no pueden celebrar encuestas ni primarias y que a duras penas pueden celebrar una asamblea o convención y que las celebran con gentes que montan en guaguas que no son militantes, reflejan ausencia de reglas claras y transparentes. No cuentan con registro de militantes ni tienen organizados los 156 municipios ni los 238 Distrito Municipales y mucho menos una provincia.
El Tribunal Superior Electoral, en el caso del PRD, ni siquiera menciona en su sentencia la fecha de sus estatutos y acusa de incumplimiento del artículos 210 cuando es el 212, y dicho organismo puede operar válidamente con 50 miembros. Tampoco pondera que la mayoría de sus miembros se fueron para el PRM, y que el mismo no ha podido ser conformado debidamente.
No tenemos institucionalidad ni democracia interna; lo que tenemos es una cultura autoritaria de los dirigentes políticos, heredadas del régimen de Trujillo. Reglas claras y precisas y transparencia no existen, por lo que llamamos al Tribunal Superior Electoral a reflexionar sobre la aplicación caprichosa de los articulados de la Ley de Partidos, porque cuando les llegue el caso del PLD, no podrá buscar excusas para la anulación del incumplimiento de su estatuto interno.