Ecuador. La Justicia es pilar de la democracia y del equilibrio de poderes y su independencia, el estado de derecho y el imperio de la Ley son primordiales. El Consejo Nacional de la Judicatura luego de un largo proceso apenas alcanzó a completar 11 de las 16 vacantes para jueces de la Corte Nacional de Justicia. se llamará a un nuevo concurso público.
Hasta tanto deberán seguir actuando algunos de los jueces temporales. Mañana se posesionan los nuevos jueces. Antes se les llamaba magistrados, antes era Corte Suprema, ahora, acaso ‘degradada’ etimológicamente a Corte Nacional.
En pocos días esos nuevos jueces, junto con aquellos que permanecen en funciones deberán designar un nuevo titular de la Corte. Ese cargo lo desempeñó Paulina Aguirre, funcionaria de carrera judicial que ya cumplió su mandato. La justicia en su más alto tribunal, deberá estar presidida por quien reúna méritos suficientes que se habrán de cifrar en la experiencia, el valor de asumir responsabilidad en los fallos, algunos muy delicados y atinentes a casos de corrupción que salpican a altos cargos políticos y deberán tener formación, sabiduría y probidad muy alta.
Es importante, vital, diríamos para aquel equilibrio de poderes e independencia invocados, que la Justicia no se deje meter la mano ni del poder político ni del poder económico, ni de intereses ideológicos o de carácter económico. La Justicia ha de ser ciega y balanceada. Debe actuar sin temor ni favor, es por eso que esta instancia de renovación que vive el país es crucial para que se siga sustanciando causas en defensa de los intereses nacionales, con equidad y en pro de la plena vigencia de la Ley.
Mientras se lleva a cabo el nuevo concurso para las plazas de jueces nacionales habrá que exigir a los nuevos obrar con rigor, apegados a derecho y con plena autoridad en pro de la causa del bien común.
Para designar al nuevo presidente de la Corte Nacional hay jueces con méritos y ética que debe ser apreciada por sus colegas con atildada calibración. Todo por un país mejor.
