¡VERDUGOS EN LA POLICÍA NACIONAL!

0
1018

La Policía Nacional Dominicana, no sale del escándalo, y eso no se le puede atribuir a un Jefe en particular, porque sería injusto hacerlo, la irregularidades de la Policía Nacional, es culpa directa del Estado Dominicano, y de la Instituciones señaladas por la Constitución, como regente de la política criminal, como son: El Ministerio de Interior y Policía y la Procuraduría General de la República, entidades que no han realizados ningún tipo de esfuerzo especial, para ponerle control a la acciones desbordadas de algunos miembros individuales de la Policía Nacional, quienes llegan al extremo de un comportamiento anormal, casi llegando al desborde de los límites.

Hasta Respuestaprocesal.com.do, llegan denuncias horrendas, de unos supuestos verdugos que según los denunciantes se encuentran detenidos en los cuarteles policiales y militares y son utilizados por los Policías para que le produzcan golpes y heridas a los detenidos que van llegando de manera transeúnte, un ejemplo de ello sucedió recientemente, en uno de los destacamentos policiales ubicado en la Albert Thomas, denominado C-2, y dirigido por el Coronel Ortega Martínez; un detenido en ese destacamento, denunció que cuando iba a ser ingresado a la celda por un Policía que lo detuvo, uno de los ya detenido allí, preguntó al Policía, ¿comando, ese se puso con usted para darle lo de él?, el Policía sonrió, guardó silencio, y con esta omisión dio paso a los masivos golpes recibidos por el nuevo detenido, de parte del que ya estaba detenido allí, pero esto está sucediendo en muchos destacamentos, es decir la Policía para resguardarse, ahora no propinan los golpes directamente, sino que lo hacen a través de verdugos y eso es sencillamente insoportable.

En uno de los destacamentos de la Romana, se llegó tan lejos, que a un querellante y supuesta víctima de una infracción que se trataba de un supuesto homicidio, lo metieron junto con el imputado y el querellante casi le rompió el alma al detenido imputado. En este país se necesita valor, ánimo y energía para no permitir que quiebren las bondades, para no permitir que el mal venza sobre el bien, porque en la Provincia de San José de Ocoa, también imputados les han dado golpes a testigos, amenazados a jueces, a fiscales, y en muchas ocasiones la situación ha sido muy tensa, lo que refleja un desvío de la función judicial, una rebeldía del Policía a hacer su trabajo, por el bajo salario que devengan o por simple confabulación con los imputados o los querellantes.

No es posible en un mundo civilizado, una persona sea detenida, sólo porque al Policía no le cayó bien como le hablaron al momento de la detención, que lo lleven a un destacamento y allí tengan sus verdugos para que les den una paliza ante la mirada indiferente de los custodias de ese lugar.

La Procuraduría General de la República, el Ministerio de Interior y Policía y el Jefe de la Policía Nacional, deben actuar rápido, para identificar quienes son los encargados de destacamentos que permiten estas prácticas antihumanas y someterlo a la acción judicial, previo a ser destituidos de sus funciones, además hay que elaborar urgente un plan de seguridad que funcione, para proteger los jueces, los fiscales, los abogados, los imputados, los querellantes, los testigos y a todo aquel que participa en el aspecto judicial.

Respuestaprocesal.com.do, llora y se consterna, ante la paliza que reciben los detenidos, en los destacamentos por parte de los verdugos, ante la mirada indiferente de los jefes de los destacamentos y de los oficiales del día o la noche, llama a la atención a las autoridades correspondientes, porque se les está yendo de las manos, la seguridad judicial, aparte de que deben comenzar a caer ya, los Policías autoritarios, abusivos, abusadores, violadores de los derechos humanos, por esta razón, desde la República Dominicana, se vierte un llamado, “abajo los que violentan los derechos humanos, ¡candela con los que piensan que tienen el control!, y denuncia pública, para todo aquel que se equivoque con un ciudadano dominicano, no importa su condición, sea libre o preso, rico o pobre, del PLD, independiente o del partido que les dé la gana.