SANTO DOMINGO. La presidenta de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, Miriam Germán Brito, consideró que algunas modificaciones del Código Procesal Penal entran en franca contradicción con otros cambios que no fueron tocados.
“De eso quizás sea lo principal de que adolece esa reforma, me atrevo a decirlo, como que no fue una labor pensada en todo el conjunto”, subrayó.
La magistrada planteó que en las reformas no se tomaron en cuenta a todos los actores del proceso.
Comentó que se reformaron maneras de tratar las admisiones en materia procesal, sin contar el flujo de casos que el nuevo enfoque iba a traer y cómo eso podría presionar los plazos.
“Es decir, no fue una labor pensada en conjunto, no fue hecha pensando en que las reglas procesales deben ser una especie de universo armónico”, significó.
Germán Brito expuso su criterio durante el taller modificaciones al Código Procesal Penal”, efectuado en el Auditorio de la Suprema Corte de Justicia, bajo la coordinación de la Unidad Académica de la Suprema Corte de Justicia.
Consideró que el delito no es un fenómeno de causa única y que el juez entra en acción después de que ocurre.
Manifestó que en este escenario se ve al juez como una especie de mago y que el Código tiene la culpa de toda la delincuencia y otros males que afectan a la sociedad.
“Yo estoy esperando, creo que viene pronto, el momento en que los jueces penales y al Código Procesal Penal se le va echar culpa de la sequía”, comentó.
Sostuvo que todos estos asuntos hacen difícil el administrar justicia penal.
Además de Germán Brito, en el taller disertaron los magistrados Alejandro Moscoso Segarra, quien actuó como moderador, Juan Hirohito Reyes Cruz, Saúl Taveras, Darío Gómez Herrera, Wendy Martínez y el jurista Félix Damián Olivares.
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