Editorial: Solo Resta el Sometimiento y la Cárcel.

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Un nuevo escándalo ha surgido con el ex Presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Dr. Roberto Rosario Márquez; se le acusa a él y a un grupo de personas de haber comprado unos escáneres por unas suma superior a 40 millones de dólares, aparatos que sólo sirvieron para el fraude electoral, pero que no han servido para más nada.

En el historial de Roberto Rosario Márquez durante su trayecto en la Junta Central Electoral, se han presentado tres grandes escándalos, el primero fue entre los años 2005-2006, en el cual se invirtieron más de 100 millones de dólares supuestamente para automatizar el registro civil, contrato estos que estaban a cargo de una compañía y terminó en manos de otra con problemas en los tribunales, eso le costó al país más de 2 mil millones de pesos.

No estaban bien cerradas las heridas que dejó el primer contrato, cuando estalló el otro problema entre los años 2014-2015, un nuevo contrato, ahora para la expedición del nuevo plástico de la cédula, eso costo más de 20 millones de dólares, cada cédula, según el análisis costó 2.50 centavos de dólares, cuando el promedio en américa es de 1.40, eso también terminó en el tribunal.

No se había bien terminado el segundo problema cuando en el año 2016 firmó otro contrato por 40 millones de dólares para la compra de unos escáneres que serían utilizados para las elecciones generales y congresuales del 2016, es decir, los escándalos de Roberto Rosario Márquez y sus juntas superan los 200 millones de dólares o su equivalente en pesos dominicanos, igual a casi 10 mil millones de pesos, esto sólo de contratos, sin contar la cantidad de dinero que le fue entregada para las elecciones y los gastos internos, ¿Esto hay que investigarlo tanto?.

En todos los contratos que firmaron con la empresa Somos, Copy Solution International (CSI), Indra Sistema, se terminó objetando, recurriendo y demandando, incluso en el caso de uno de los contratos la Junta Central Electoral fue condenada a pagar 9 millones de dólares en favor de una de las empresas y se dice que esa condena se produjo por falta de defensa de la Junta Central Electoral, lo que equivale a decir que la Junta Central Electoral no presentó medio de defensa ni argumentos a su favor, según dice la sentencia, presumiendo algunos que se trató de una condena inducida y con un objeto desconocido por parte de quienes no se defendieron.

Roberto Rosario Márquez, supuestamente se presentó a la Procuraduría General de la República, para que esta lo investigue ante los rumores que circulan de un desfalco multimillonario en dólares durante su gestión y al parecer salió de la Procuraduría y no le pasó nada.

Hay que recordar que recientemente la Embajada Americana le Canceló el Visado a Roberto Rosario Márquez, cuando aún era Presidente de la JCE y según se ha sabido seguirá cancelando todavía más Visados, porque los americanos saben los niveles de problemas que existían en la JCE.

También se ha dicho que aun cuando los técnicos actuales de la JCE rindieron un informe altamente peligroso y comprometedor contra Roberto Rosario Márquez y otros miembros de la JCE, mientras la Cámara de Cuenta preparó un informe que los dejaba libre de responsabilidad, por lo cual fue necesario que el pleno actual publicara urgentemente el informe de la JCE.

La Procuraduría General de la República debe pasar de la palabra a los hechos, haciendo que se respete el imperio de la ley y solicitando cárcel inmediata para todos los que participaron en los contratos, también hay que embargarles las cuentas bancarias para que no puedan tener acceso a vivir fácilmente, pues es un hecho notorio que los contratos se realizaron y en su gran mayoría con compañías dominicanas sin ningún tipo de criterio, lo que evidencia la necesidad de apresar a los contratantes hasta que se determine algún día si son culpables.

Respuestaprocesal.co.do exige cárcel, que amarren con cadenas a los contratantes, que los lleven a la mazmorra, hasta que se determine su responsabilidad penal, en caso de que sean responsable y si no lo son, no se pierde nada, no se violentaría ningún derecho, porque el derecho es igual para todos.

¡Ó Se hunde la Isla!