¡Cuidado con el Tribunal Superior y la Junta Central Electoral!

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El día 1 de marzo del 2012, muchos periódicos dominicanos titularon como noticia principal la siguiente: “El Tribunal Superior Electoral (TSE) declaró nula y sin ningún efecto jurídico la asamblea realizada por el Partido Revolucionario Independiente (PRI), a través de la cual proclamó como candidato presidencial a Hipólito Mejía del (PRD). El tribunal también declaró nula y sin ningún efecto jurídico la resolución quinta de la organización política relativa a las sustituciones de miembros de dicha organización, por haber sido emanadas en violación a los estatutos.

La decisión fue tomada por los jueces Mariano Rodríguez, presidente del TSE, Mabel Feliz Báez, John Guilliani, José Manuel Hernández Peguero y Marino Mendoza”.

De igual forma el día 12 de marzo del 2012, otros periódicos titularon: “ La Junta Central Electoral (JCE) rechazó este sábado cuatro pactos de alianzas firmados por los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD) con organizaciones minoritarias. Entre los pactos que fueron rechazados tres habían sido suscritos por el PRD y uno por el PLD”

Si  vemos y analizamos estos titulares, partiendo de su contenido, se puede colegir, que el peor problema de la nación dominicana en las próxima elecciones del 2016, lo representa el Tribunal Superior Electoral (TSE) y la Junta Central Electoral (JCE), pues sus acciones ilegitimas del 2012, pudieran repetirse con el solo propósito de perjudicar la oposición en las elecciones.

Muchas personas de la población le atribuyen al (TSE) y la Junta Central Electoral (JCE), ser autores o por lo menos cómplices de preparar un plan, que consistía en abusar del poder, fundado en la Ley para declarar nula las alianzas del PRD, con otras fuerzas políticas en el año 2012, y de esa manera fraguar el fraude más perverso de la época, pero con apariencia de legitimidad y legalidad, elevando al poder al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en una elecciones que fueron muy reñida y que el porcentaje de pérdida fue menos que el porcentaje que sumarian las alianzas anuladas.

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) por mala suerte aun está vivo, pero fue siempre bendito y de buen accionar cuando estaba unido al PLD, pero ahora se unió al pequeño monstruo (PRM) y desde ya las criticas en su contra no se hacen esperar, desde los sectores que auspician una alianza entre PLD-PRSC.

Esos sectores perversos tomarán como herramienta típica y usual al Tribunal Superior Electoral (TSE) y la Junta Central Electoral (JCE, para intentar anular las alianza de los demás partidos que no sean con el PLD, y desde ya la población debe estar vigilante para darle su merecido, un baño de pueblo pacífico, coherente, para que estos sepan que “con la verdad no se Juega”.

Respuestaprocesall.com.do, entiende que en el aspecto jurídico, el Tribunal Superior Electoral (TSE) y la Junta Central Electoral (JCE) no son arbitrios imparciales, por el contrario sus miembros en su gran mayoría, son cuadro individuales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y que los organismos internacionales y observadores locales desde ya deben poner su vista sobres estos entes parciales e indolentes.

Advierte que si los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) y los miembros de la Junta Central Electoral (JCE) se equivocan de nuevo con la población, las condiciones no son las misma que la del 2012, y le puede salir como dice un refrán Cibaeño “un berenjenal a pies” que no se puede nunca pasar caminando, sino corriendo, los infractores delante y el pueblo atrás de ellos para castigarlos.

Sectores de la República Dominicana, de urgencia solicitan la aprobación de una Ley de Partido y Electoral, porque se avizoran peligros y momentos muy delicado para la nación, dicha Ley debe ser retomada y hacer constar en la misma, un mínimo de Diez (10) y un máximo de Sesenta (60) años de cárcel, para los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) y los miembros de la Junta Central Electoral, desde que se descubra, que sus fallos y decisiones, han torcido la voluntad popular, y que sean apresados desde el salón de audiencia o del Pleno, y que sean exhibido de manera pública, vestido de presidiario, para que la nación tema y digan: ¡He ahí los culpables!.